La Policía Nacional capturó a cinco personas que ingresaron violentamente a una vivienda de la capital antioqueña, donde intimidaron con armas de fuego a tres menores de edad para que entregaran sin reparos los objetos de valor de la residencia.
El incidente se presentó en el barrio San Javier de Medellín. Allí los niños estaban bajo el cuidado de un adolescente de 17 años, que no tuvieron una posibilidad distinta a ceder a las pretensiones de la banda delincuencial.
De acuerdo con la denuncia instaurada por la madre de las víctimas, dos mujeres y cinco hombres ―entre ellos una joven de 15 años― ataron y golpearon a las personas que estaban al interior de la casa para llevarse una serie de objetos (avaluados en cinco millones de pesos).
Mientras les apuntaban con dos pistolas, los ilegales sacaron de las habitaciones de los niños un televisor, cuatro celulares, joyas, dinero en efectivo y tres equipos de Xbox.
El operativo
Una hora después de que se presentara el incidente, fue la pericia de los uniformados de la Policía Nacional lo que permitió la desarticulación de la organización a la altura del barrio Boyacá las Brisas, en la zona noroccidental de la ciudad.
“La patrulla del cuadrante observó un grupo de personas con actitud sospechosa, por lo cual fueron requeridas inicialmente para un registro, hallando dos armas traumáticas tipo pistola y un revólver”, contó el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, Javier Josué Martín Gámez.
Sin embargo, ante el descubrimiento, las autoridades ordenaron la inspección de dos vehículos donde transportaban los elementos robados minutos antes en la comuna 13 de Medellín.
Frente a los cuestionamientos de la Policía, los delincuentes dijeron que se estaban mudando y que no correspondía a ninguna situación ilegal.
Pero la sospecha no paró y las indagaciones continuaron. A través del sistema radial de la fuerza pública, las unidades en terreno verificaron que el grupo de personas había protagonizado un violento robo.
“De inmediato, cinco personas adultas, tres de ellas hombres y dos mujeres y una adolescente aprehendida, fueron trasladadas a la Seccional de Investigación Criminal, donde se encontraba la víctima, quien además de reconocer los elementos hurtados, les formuló la respectiva denuncia”, agregó el comandante.
La queja fue instaurada por cometer los delitos de hurto calificado, secuestro simple, instrumentalización de menores para cometer delitos y porte ilegal de armas de fuego.
Luego de las audiencias de legalización de capturas e imputación de cargos, cuatro de los señalados fueron enviados a la cárcel por un juez y los restantes fueron dejados en libertad.
Caso frecuente: secuestro y robo
Un hombre que presta el servicio de transporte público por medio de una aplicación digital en Medellín fue robado y amordazado por una pareja en la noche de este domingo. Luego de un plan candado que cubrió a los municipios del norte del Valle de Aburrá, la Policía frenó a los delincuentes.
Todo empezó cuando los dos sujetos solicitaron un viaje a través de la plataforma cuyo lugar de partida era el barrio Los Colores. La víctima aceptó el servicio y se dirigió hasta este sector del occidente de la ciudad.
Cuando se montaron en el vehículo, el conductor fue intimidado con armas de fuego, le arrebataron sus objetos de valor y lo quitaron del volante para darse a la huida mientras lo tenían bajo presión en el mismo automotor.
El grupo de ilegales rodó el carro sin rumbo fijo por varias comunas de Medellín. Ante la escena, las autoridades recibieron el reporte de otros conductores en el que alertaron sobre el inusual caso.
La Policía Metropolitana activó las medidas urgentes para inmovilizar el vehículo con el seguimiento de las cámaras de seguridad y varias unidades de la institución en el terreno, desconociendo el alcance de los ilegales.
“Una vez en acción y activado el plan candado, se logra interceptar este carro en el municipio de Bello. Se captura a estos dos delincuentes por hurto agravado y secuestro, y se recuperan los elementos que habían sido hurtados”, detalló el subcomandante del comando de Policía del Valle de Aburrá, Rolfy Jiménez.
En consecuencia, fueron enviados a un centro carcelario donde deberán asumir responsabilidades por los delitos que las autoridades documentaron.