El espaldarazo de Federico Gutiérrez y el aval del Centro Democrático sirvieron para que Andrés Julián Rendón ganara la elección a la Gobernación de Antioquia este domingo. Él concentró la mayoría de los votos pasando por encima de tradicionales casas políticas del departamento que hicieron tambalear su candidatura.
En su hoja de vida figura el título como economista y especialista en Regulación Económica de la Universidad Eafit. También cursó una maestría en Economía en la Universidad de los Andes y alcanzó el título de magíster en Administración Pública en la Universidad de Washington D. C.
Empezó su carrera política en 2001 al ser electo como concejal del municipio de Rionegro y luego saltó al Ministerio de Hacienda. En varias oportunidades, entre 2008 y 2011, fue gobernador encargado. Mientras que en 2015 fue seleccionado como alcalde de su localidad y hoy logró tomar las riendas del departamento.
No tuvo competidor para lograr el aval del expresidente Álvaro Uribe, pero sí para tener el visto bueno de Federico Gutiérrez. Con las fotografías de ambos políticos, recorrió los municipios de Antioquia para sumar electorado que no se reflejó en las encuestas, pues Luis Pérez las encabezaba con amplia ventaja.
Las fallidas alianzas
Rendón no pretendía llegar solo a la Gobernación y mostró el interés de hacer alianzas con los candidatos que compartían su filosofía, pero nunca despegaron. Se sentó a hablar con Juan Diego Gómez, Mauricio Tobón y Eugenio Prieto, con el que finalmente sí logró sumar esfuerzos en una coalición de derecha.
Aunque el Cetro Democrático le hizo presión para que se subiera a última hora a la campaña de Luis Fernando Suárez, la ficha del actual gobernador, no funcionó. El quiso caminar, exclusivamente, de la mano de Uribe y Gutiérrez, fórmula que caló en la ciudadanía y le funcionó para comandar el centro administrativo de La Alpujarra.
A pocos días de abrirse las urnas, un bloque anti – Petro y anti – Quintero se empezó a estructurar. La formalización de ese equipo, comandado por Suárez y Gómez, lo molestó: “Se cumplió la emboscada, pero ni la biología ni la literatura han sabido contar el número de hienas que se necesitan para acorralar a un león”.
Al parecer, no encajó en las alianzas porque los competidores sospechaban que el sello del Centro Democrático podría ser contraproducente para todos los proyectos políticos que estaban en juego. El único que aceptó fue Prieto, luego de una encuesta donde la reinó la popularidad del exalcalde del municipio de Rionegro.
Los retos para Antioquia
El gobernador de Antioquia deberá buscar estrategias para enfrentar la crisis de inseguridad que azota al departamento: el Clan del Golfo multiplica sus ganancias en las subregiones, las disidencias de las Farc ganan pueblos enteros y el ELN aterroriza con extorsiones.
En la lista de preocupaciones también está la terminación de las vías 4G, cuyos recursos no fueron incluidos en el presupuesto nacional para la vigencia de 2024 y los sectores económicos advierten que, sin esa plata, se paralizaría el desarrollo vial de Colombia.
Ahí también hay un reto: mejorar la comunicación con el Gobierno de Gustavo Petro, pues los mandatarios locales se que han quejado de la desconexión con la Casa de Nariño y el propio Aníbal Gaviria le dijo al mandatario en una carta que “no he sido escuchado”.
Las universidades quieren ampliar sus capacidades en la investigación y requieren el apoyo del departamento. Los hospitales cargan con millonarias deudas de las EPS y la estabilidad tambalea. Y al 55 % de los rellenos sanitarios de Antioquia les quedan meses de vida útil.
El manejo de Hidroituango ocupa un renglón aparte. La Gobernación es la mayor accionista del proyecto que promete aportar el 17 % de la demanda nacional de energía. Sin embargo, no comulga con las decisiones de EPM, quien tiene a cargo su construcción y operación. Sobre la mesa están las cuatro turbinas que faltan por construir.