La autoridad ambiental del Urabá antioqueño impuso una medida temporal sobre el Páramo del Sol, ubicado en el municipio de Urrao, por el comportamiento irregular de las personas que visitan el ecosistema y las malas condiciones que hay en el terreno.

Con el fin de frenar las afectaciones y restaurar los daños, a partir de este 8 de julio los caminos que llevan hasta la cima de las montañas donde nacen los ríos del suroeste se cerrarán hasta el 1 de diciembre de este año.

En imágenes registradas por caminantes se observan residuos sólidos a un pie de las plantas, restos que se terminan quemando y dañando la cobertura vegetal que es trascendental para mantener con vida la extensión del páramo.

El secretario de Ambiente de Antioquia, Carlos Ignacio Uribe, llamó la atención sobre las críticas condiciones en las que se encuentra el ecosistema e incitó a las autoridades a darles celeridad a las denuncias.

“Ya lo hemos visto: la acción infortunada del hombre ha permitido un deterioro y una degradación de este ecosistema, dejando residuos, impactando de manera negativa con excavaciones y con uso indebido del páramo”, afirmó el funcionario.

Además de las huellas de los turistas, de acuerdo con las quejas de la ciudadanía, algunos privados se están aprovechando de manera ilegal de los terrenos para sacar provecho económico, mermando el aire de la fauna y flora.

Otra de las situaciones que motivó el cierre preventivo se debe a las fuertes precipitaciones que han caído sobre la subregión en las últimas semanas, que provocó la desestabilización del terreno.

En palabras de la directora de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá, Vanessa Paredes Zúñiga, las presiones antrópicas ponen en riesgo la riqueza del Páramo del Sol, como ha ocurrido con otros escenarios naturales del departamento.

“El alto ingreso en época de vacaciones es coincidente con un alto incremento de las lluvias en el territorio, lo que genera deterioro de los accesos y caminos para acceder a este ecosistema”, detalló la especialista.

En consecuencia, durante el período de clausura, los grupos técnicos de Corpourabá llevarán a cabo un estudio de cargas para evaluar la capacidad del ecosistema y, si es el caso, limitar las actividades turísticas que no sean compatibles con las conclusiones.

Paralelamente, la administración municipal de Urrao gestionará sitios específicos en el complejo para depositar las basuras y campañas de educación ambiental con el fin de prevenir la deforestación.

Recientemente, a través de su cuenta de Twitter, el secretario de Agricultura de Antioquia, Rodolfo Correa, dio a conocer un caso que calificó como vergonzoso en el Páramo del Sol, donde se evidencia el crítico estado de los frailejones tras realizarse un campamento. Ante esta situación, según Correa, “solo se debería ir con fines educativos y científicos”.

A la fecha, no existe una normativa que regule las malas prácticas de turismo en el sector, por lo que los ambientalistas hicieron un llamado para que las autoridades regulen el turismo en el sector y así mitigar las afectaciones aumentan cada año, especialmente durante la semana mayor.

Estos frailejones datan de más de 100 años de vida.

En las imágenes se puede observar basuras, campamentos ubicados en zonas inadecuadas y hasta posibles daños de frailejones. Sin embargo, desde la Oficina de Turismo del municipio de Urrao aclararon inicialmente que una de las fotografías no es actual.

“Queda uno muy preocupado con las afectaciones que se presentan en los lugares de conservación turística, no se puede normalizar la afectación y destrucción del medioambiente, la naturaleza no tiene por qué soportar la presencia del hombre donde no es necesario”, manifestó el secretario.

Vale la pena destacar que Antioquia cuenta con páramos como el del Sol en Urrao y el de Belmira, en la subregión del Norte, en donde la función de estos ecosistemas es absorber la humedad del ambiente y formar afluentes de agua.