Las autoridades judiciales tratan de esclarecer el homicidio de Marcos Fidel Jiménez Bohórquez, un reconocido líder campesino de Bolívar que apareció con signos de tortura en Antioquia.

Al parecer, la víctima habría sido secuestrada en la zona rural que divide a los municipios de Yondó y Cantagallo. Pero su cadáver apareció en Segovia con marcas violentas y un cartel colgado a su pecho donde se leía “por sapo”.

El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) informó que este ciudadano tuvo protagonismo en varias organizaciones sociales del Valle del Río Cimitarra y la junta de acción comunal de su territorio.

“Era un reconocido líder campesino en la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra, hacía parte del comité de conciliación de la JAC de la vereda La Poza en el municipio de Cantagallo, Bolívar y de la Asociación Campesina”, dijo.

El hombre fue secuestrado. | Foto: Getty Images

En este sector, la Defensoría del Pueblo encendió las alarmas por los riesgos que enfrentan las personas que defienden los derechos humanos, tras las operaciones de los grupos delincuenciales.

Allí siembran terror las disidencias de las Farc, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y bandas de carácter local que tienen interés en el tráfico de estupefacientes.

El cadáver tenía un espeluznante mensaje: "por sapo". | Foto: Getty Images/iStockphoto

“La imposición de normas y otras formas de control social por parte de los grupos armados significan un permanente riesgo de violación a los derechos de la población”, afirmó Indepaz.

En lo que va corrido del año, al menos 110 líderes sociales han perdido la vida de manera violenta en Colombia. En el caso del departamento de Antioquia, la cifra ya escaló a 14 víctimas mortales.

Líderes sociales asesinados en Antioquia.

Los hechos se han reportado en los municipios de Yarumal, Carepa, Abejorral, Ituango, Santa Bárbara, El Carmen de Viboral, Nariño, Medellín y Segovia, donde hay fuerte presencia de estructuras ilegales.

HRW asegura que 100 líderes sociales han sido asesinados en Colombia en lo corrido de 2023. ¿Fracasó la ‘paz total’?

La ‘paz total’ del presidente Gustavo Petro cada vez se pone más en duda. Secuestros, asesinatos y atentados contra la fuerza pública son algunos de los hechos que azotan el país. La oficina de Human Rights Watch (HRW) en Colombia reportó que en lo corrido de este año han matado a 100 líderes sociales, una cifra aterradora.

El informe asegura que hay una "tendencia en aumento" de los asesinatos de líderes sociales.

El subdirector en funciones de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, Juan Pappier, entregó un reporte detallado de los asesinatos. Solo en julio fueron 15 homicidios contra defensores de derechos humanos y líderes sociales.

Número de líderes sociales asesinados por mes:

  • Enero: 14
  • Febrero: 9
  • Marzo: 15
  • Abril: 20
  • Mayo: 14
  • Junio: 13
  • Julio: 15
Cadáver. Imagen de referencia. | Foto: Libre de derechos

En ese sentido, abril ha sido el mes más violento para líderes sociales en el territorio nacional. Si se hace un análisis desde las regiones, la mayoría de los asesinatos han ocurrido en Cauca, Antioquia, Nariño y Valle del Cauca.

  • Cauca: 21
  • Antioquia: 10
  • Nariño: 10
  • Valle del Cauca: 10
  • Arauca: 5
  • Bolívar: 4
  • Cesar: 4
  • Córdoba: 4
  • Norte de Santander: 4

El Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep/PPP), recientemente presentó la investigación titulada Reclamar y morir: exterminio del liderazgo social de base en Colombia, 2016-2022, en la cual se compilan casos de agresiones contra personas que ejercen liderazgos sociales de base y excombatientes de las extintas Farc-EP, cometidas desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta el 7 de agosto de 2022.

“Un tal estado de anomia, o sea, de ausencia de justicia, indica un desorden social que amenaza la convivencia humana porque arruina la paz. El hecho repetido de amenazar de muerte a los contradictores es un mal principio organizativo, porque puede conducir al atentado y al homicidio, como lo prueba este caso y muchos de los restantes casos reseñados en esta publicación”, manifestó el padre Alejandro Angulo, coordinador del Banco de Datos de DDHH.