Luego de una reunión entre el Gobierno nacional, Alcaldía de Quibdó, Gobernación del Chocó y el gremio de transportadores, habilitan el paso para todo tipo de vehículos en la vía Medellín-Quibdó tras 18 días de bloqueos y crisis por la escasez de alimentos y gasolina.

Cabe recordar que las comunidades indígenas habían tomado la decisión de obstaculizar con palos la carretera que lleva desde Quibdó hasta la capital de Antioquia, en el sector conocido como el 18, jurisdicción del municipio de Carmen de Atrato. Ellos protestaron por el supuesto incumplimiento de los acuerdos alcanzados con el Estado. Mientras que los conductores de vehículos de carga pesada tuvieron dos cierres para rechazar la manera en que protestan los indígenas.

Ese escenario estuvo reflejado por la escasez de alimentos y gasolina en Quibdó y varios municipios del Chocó, como Tadó, Istmina y San Juan, donde las tiendas no tuvieron mercancía para ofrecer y en las estanterías de las droguerías escasearon los medicamentos. Las personas que tenían capacidad económica transportaban los productos entre el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín y la terminal aérea local, sin embargo, el alza de los insumos para la mayoría de la población ya los tenía en una crisis.

Anderson Quiceno, vocero de los transportadores de carga, contó que en la reunión hubo disposición del Gobierno y los indígenas para trabajar en las negociaciones para que este tipo de situaciones no se vuelvan a presentar.

“Los bloqueos afectaron 12.500 operaciones de carga, alrededor de 300.000 millones de pesos en pérdidas. Lo que estuvieron pidiendo los transportadores es que cada vez que las comunidades indígenas salgan a hacer bloqueos no afecten el tránsito de carga por esta importante troncal”, sostuvo Quiceno.

¿Qué pasó durante 18 días de bloqueos?

Con material vegetal y vehículos de carga pesada, ambos bandos cerraron las carreteras que conducen desde la ciudad de Quibdó hasta los departamentos de Antioquia y Risaralda. Los pueblos de Chocó tienen una dependencia a estas regiones porque son las que envían cada hora los productos de la canasta básica familiar y otro tipo de servicios.

Ese escenario se está viendo reflejado con mayor intensidad en los municipios que no están ubicados al margen del río Atrato, a razón de que ellos se abastecen de sus vecinos. En Quibdó, Tadó, Istmina y San Juan, las tiendas no tienen elementos para ofrecer y en las estanterías de las droguerías escasean los medicamentos para hipertensos.

Hernando Moreno trató de surtir la nevera de su casa en las últimas horas. En su recorrido por las calles de la capital del departamento, encontró buena parte de las vitrinas vacías porque no ha podido llegar la mercancía. Él compró una libra de carne de cerdo a 20.000 pesos, cuando hace unos días entregó menos de 13.000 pesos por la misma porción.

Los sitios donde venden frutas y verduras han sido los más golpeados. Los alimentos son enviados desde las plazas minoristas de Medellín. Los camiones no han podido cruzar desde el municipio de Ciudad Bolívar en Antioquia por los cierres. También porque la mayoría de los camioneros apoyan el paro de las agremiaciones.

“La situación sí está muy difícil porque los manifestantes se mantienen en los bloqueos. Yo compré hace unos días una libra de papa a dos mil pesos, ayer la encontré a cinco mil pesos. Dos pepinos valían 1.000 pesos, pero los compré a 5.000 pesos. En los poquitos lugares donde hay comida, están muy altos los precios”, dijo el habitante de Quibdó.

Las personas que tienen favorables condiciones económicas están transportando los productos entre el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín y la terminal aérea local, según lo relató Moreno. Además de que la oferta es muy inferior a la demanda, el sobrecosto en las operaciones logística sería otro de los argumentos que justifica el alza de los precios.