El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, informó que las directivas de Atlético Nacional y su barra llegaron a un acuerdo de convivencia. Así las cosas, se abren nuevamente las puertas del estadio Atanasio Girardot. El clásico paisa del próximo sábado 29 de abril contará con las hinchadas de ambos equipos, incluidos Los del Sur.
“Tendremos público, tanto para el partido del Independiente Medellín y el Nacional el próximo sábado, en el que Nacional juega de visitante y tendrá presencia de la barra de Los del Sur. La mejor noticia de todas es que tendremos fútbol el 2 de mayo en el partido que jugará Nacional contra el Olimpia”, agregó el funcionario.
Explicó que los puntos que fueron pactados no violan las normas de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor). Al contrario, reafirman sus reglas y se cumplen a cabalidad los requisitos impuestos por la administración distrital y la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, entre otras obligaciones enmarcadas en la ley para poder rodar la pelota en el Atanasio.
También se limaron las perezas entre los protagonistas, luego de la violenta asonada que se presentó en las graderías y que dejó a 89 personas heridas: “Yo felicito, tanto a las barras como a los directivos, por la madurez y la capacidad para sentarse, a pesar de que tuvieron todas esas dificultades previas. Este es un paso muy importante: vuelve el fútbol”.
A este escenario se llegó dado que se aceptaron dos puntos trascendentales. En primer lugar, los involucrados se comprometieron a garantizar el orden público en medio de los partidos. Además, dieron el visto bueno para la implementación del sistema de identificación biométrica: todo aquel que entre al estadio quedará registrado.
Ahora bien, si bien la Dimayor pidió instalar vallas de separación entre la cancha y las graderías para contener los ánimos de la hinchada, la Alcaldía de Medellín no avaló la propuesta porque traería complicaciones letales para los asistentes. De momento, la tranquilidad estará asegurada por las barras y los directivos del club antioqueño.
“Las vallas son un peligro porque, en caso de un terremoto o que alguien meta un gol y la gente se vaya hacia adelante, esto termina causando muertes por asfixia. Aquí no van a ser necesarias porque, insisto, vuelve el fútbol en paz. Por un solo partido, no se puede decir que el fútbol es violento por naturaleza en Medellín”, relató el alcalde Daniel Quintero.
Si bien él respaldó las sanciones que impuso la Dimayor -tres fechas sin público para Nacional y tres más de suspensión parcial para la tribuna sur- abogó para que tenga consideración por los estragos económicos que causará la decisión y teniendo en cuenta de que ya fueron capturados los implicados en la manifestación del domingo 16 de abril.
“Si la Dimayor hace algún ajuste a la sanción, nosotros nos acomodaremos. Yo quiero decirle a la Dimayor que aquí hay un acuerdo de verdad. Si a bien tiene hacer un cambio, nos gustaría que eso se hiciera porque eso, realmente, afecta las finanzas del equipo y los hinchas quieren ir al estadio, por tal razón la Dimayor podría revisar esa sanción”, comentó.
Mientras no se presente un cambio en esas penalizaciones, sigue en pie el partido de este miércoles entre Atlético Nacional y Unión Magdalena. En dado caso de que se frenen las suspensiones, la administración distrital está dispuesta a abrir las puertas del estadio para la hinchada. Además, las directivas tendrían que tener lista la logística para la jornada y Quintero Calle informó que la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá podría acompañarla, ya no con 800 uniformados porque se oficializó el pacto de convivencia.