El hotel Gotham de El Poblado, en Medellín, no volverá a abrir sus puertas. Así lo definieron sus propietarios tras el aterrador hallazgo que hicieron las autoridades en una de sus habitaciones el pasado 28 de marzo.
Timothy Alan Livingston fue sorprendido con dos menores de edad dentro de un jacuzzi, según testigos. Hoy es acusado por las autoridades colombianas de cometer presuntos delitos de explotación sexual comercial.
La decisión de los dueños, adjuntados en la organización Casacol, se justifica con la afectación de reputación que ha sufrido el establecimiento y el pedido de extinción del derecho del dominio por parte de la administración distrital.
“Estamos liquidando los empleos vinculados a la vivienda turística y ayudaremos a los afectados con la búsqueda de otros trabajos formales y estables”, se lee en un comunicado de prensa expedido este domingo por la compañía.
Los propietarios agregaron que, por ahora, seguirán trabajando con las autoridades competentes en el proceso de investigación por el episodio. Sobre todo, hay un interés particular para que se establezcan dos asuntos.
El primero, las razones por las que las menores de edad estaban solas a esa hora en El Poblado, dado que hay un toque de queda vigente. El segundo, la conducta de los policías, quienes habrían manipulado la escena y dejado en libertad al implicado.
En el comunicado también se cuestionaron las declaraciones que se dieron en la Alcaldía de Medellín, pues los funcionarios anticiparon que tramitarían la solicitud de embargo en la cruzada por hacer justicia y evitar la explotación sexual.
Frente a esto, la empresa dijo: “Los anuncios públicos de extinción del dominio sin fundamento legal solo terminan afectando a la industria, los inversionistas y las personas que trabajan en ella. Más de 1.500 hoteles y 15.000 listados en Airbnb”.
El hotel cerró el texto afirmando que, desde 2018 ha liderado y participado en reuniones para que se tomen decisiones frente al flagelo de la explotación infantil y la trata de personas, activo en la comuna de El Poblado y varios rincones de la ciudad.
Así ocurrieron los hechos en el hotel Gotham
La escena arrancó a las 9:45 p. m. del miércoles 27 de marzo, cuando Timothy Alan Livingston se acercó al primer piso del edificio en compañía de dos mujeres. Según la investigación, su propósito era llevarlas hasta su cuarto –ubicado en el quinto piso– para pasar un rato. Sin embargo, el guarda de seguridad frustró el objetivo.
SEMANA conoció que el funcionario privado les pidió el documento de identidad a estas personas, quienes vestían trajes cortos y ajustados. Ellas entregaron una cédula venezolana, pero frente a las políticas de Airbnb, en este país no se puede permitir el ingreso de alguien que no porte un pasaporte o cédula colombiana.
El estadounidense no tuvo más remedio que desalojar el lugar con sus acompañantes, pero no abandonó su objetivo: esperó hasta la madrugada del siguiente día, el 28 de marzo, para entrar a dos mujeres (las menores de edad), ante la ausencia del agente de seguridad que custodia el inmueble.
En una grabación de las 4:07 a. m. de ese jueves, se ve el momento exacto en el que el guarda sale del hotel, pues ya había terminado su turno. Doce minutos después, aparece en la escena el señor Livingston junto a dos niñas: sin restricciones, toman el ascensor y se dirigen a la habitación del piso quinto, donde él estaba hospedado.
A las 5:23 a. m. salieron las menores de edad del cuarto y se les vio contando billetes en el ascensor. Los mismos rostros figuraron en la pantalla antes de las 5:00 p. m. de ese jueves, el instante en el que un ciudadano las vio entrar con el extranjero al inmueble y alertó a la Policía Nacional sobre lo que podía estar sucediendo.