Las autoridades de Medellín confirmaron este miércoles, 11 de septiembre, la muerte de toda una familia en el barrio La Isla, de la capital antioqueña. De acuerdo con la versión preliminar, se trataría de una madre, sus dos hijos y una mascota (gato), que presentan aparentes signos de envenenamiento.
Los cuerpos fueron encontrados por una vecina al interior de la vivienda. Al llegar los policías, se percataron de que dos de las víctimas, una mujer de aproximadamente 20 años y un hombre, estaban acostados en una cama, mientras que la tercera persona, una señora de entre 45 y 50 años, estaba tendida en una colchoneta en otra habitación.
Las autoridades también confirmaron que ninguno de los cuerpos presentaba signos visibles de violencia; no obstante, hay un detalle que llamó la atención de los agentes de Policía. En el lugar encontraron una nota con el siguiente escrito: “Yo, Diana Lorena Vélez, manifiesto y autorizo en vida la voluntad de donar mi cuerpo fallecido a la ciencia médica. De no ser posible la donación, manifiesto mi voluntad en vida y autorizo ser cremada y las cenizas ser desechadas”.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía asumió los estudios para esclarecer lo sucedido.
SEMANA tuvo acceso al expediente preliminar, en el que se contó que los cuerpos sin vida fueron hallados por una vecina, quien fue alertada con anterioridad por las víctimas para que visitara su casa a tempranas horas del día, por lo que los detectives sospechan que la muerte fue planeada.
Allí, uno de los fallecidos le escribió: “Por favor, venga muy temprano, apenas se despierte. La llave queda en el borde de la ventana. La otra llave queda en la mata para que le diga a mi papá. Busca el contacto de él y le avisa, él se tiene que hacer cargo de nosotros tres”.
Todas estas pistas son analizadas con lupa de parte de las autoridades judiciales.
El padre de las víctimas, quien reside en el exterior, también recibió un mensaje de uno de sus hijos: “Le manifestaba la voluntad de ocasionar este hecho, manifestando la intención de ocasionarse un suicidio. Dejaba ver que ya, incluso, estaban pago los costos funerarios y le pedía que se hiciera cargo de los tres”, reportó la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
El brigadier general Rosemberg Novoa, comandante encargado de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, indicó que en la investigación aparecieron varias pistas e hipótesis que cobran relevancia.
Con base en estos elementos, las autoridades sospechan lo siguiente: “El manuscrito por parte de la señora y el mensaje por parte del joven, nos llevan a concluir que, al parecer, se trataría de un suicidio colectivo. Preliminarmente, lo que podemos establecer, es que se trataría de un suicidio colectivo, no hay elementos de violencia”, concluyó el comandante.