Los organismos de socorro de Antioquia rescataron a varios estudiantes que quedaron atrapados en el movimiento en masa que cayó sobre el colegio de la vereda El Porvenir de Andes. Sin embargo, al menos tres fallecieron.
Una de las víctimas fue identificada como Alexander Hernández, mientras que las otras son dos niñas que estaban matriculadas en la primaria. Por otro lado, la otra persona que sobrevivió al deslizamiento se encuentra en recuperación en el centro médico del municipio.
En imágenes registradas por los testigos se observan los trabajos que adelantaron los bomberos en compañía de la Fuerza Pública, mientras que los padres de familia los seguían con la mirada desde otro punto del colegio con la esperanza de encontrar un milagro.
En lo que va corrido del año, en Antioquia han muerto 49 personas en eventos naturales: 14 por avenida torrencial, 20 por movimiento en masa, 1 por inundación, 1 por tormenta eléctrica, 7 por creciente súbita y 6 por vendaval. Además, 177.859 personas han resultado afectas y más de 3 mil viviendas impactadas.
Los equipos técnicos del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres se desplazaron hacia el colegio para evaluar las condiciones que causaron el deslizamiento de tierra. Según la comunidad, la montaña no mostró motivos para estar en alerta.
Sin embargo, las fuertes precipitaciones que han caído sobre los municipios del suroeste antioqueño pudieron incidir para que el terreno se saturara de agua y se desestabilizara en silencio.
La emergencia comenzó después de las nueve de la mañana de este jueves 14 de julio, cuando la profesora Eliana Rincón les dio la orden de salir al receso a los 22 alumnos de preescolar, primero, segundo, tercero, cuarto y quinto grado. Todos estaban agrupados en el mismo espacio cuando el movimiento en masa se dio.
Un fuerte estruendo hizo eco en el aula. Los más grandes corrieron hacia un cafetal que hay a un costado de la escuela, mientras que los otros fueron quedando bajo la tierra. Las lágrimas empezaron a caer cuando no vieron a sus amigos, así lo comentaron los niños cuando llegaron sus padres.
La docente detalló los momentos de angustia: “Estábamos en el receso cuando de repente escuchamos algo muy fuerte y todos volteamos y, en cuestión de segundos, corrimos. No tuvimos tiempo de absolutamente nada. Corrimos y no sabíamos por dónde”.
En medio del caos, los estudiantes más pequeños –de preescolar y primero– quedaron atrapados. Tras las labores de rescate, los organismos de socorro lograron sacar con vida a Alexánder Marín, María Sofía Monrroy y a otra menor; sin embargo, el niño murió junto a otras dos niñas cuya identidad no ha sido revelada.
A Leidy Tatiana Úsuga, una de las acudientes de la escuela, le informaron del incidente cuando estaba en su casa. La reacción de desespero que la acompañó en ese instante no se puede definir con palabras, sino con un llanto que mantiene desde que vio a sus niños con vida a un pie del derrumbe. El alma le volvió al cuerpo.
“Yo tengo a dos niños estudiando acá. Pero, gracias a Dios, ellos pudieron correr y están a salvo. Mi niño me dice que echó a correr para un lado de la escuela y que los niños que corrieron para la carretera los tapó [el deslizamiento]”, detalló la madre.
Mientras conversaba, fue interrumpida por los bomberos que están en la zona, pidiéndole que evacuara el sitio para que la maquinaria amarilla pudiera arrastrar la tierra con el fin de acelerar las labores de rescate que se llevan a cabo en ese momento, ahora están en la etapa de evaluación.