El Instituto Nacional de Vías (Invías) tomó nuevas decisiones sobre la operación que tendrá la autopista que conduce de la ciudad de Medellín hacia la capital del país, en el sector de Puentes Caídos, que ha estado afectado con constantes movimientos en masa.

Desde este viernes 31 de marzo hasta el domingo 9 de abril, se habilitará el paso a un carril de manera controlada en el kilómetro 49 + 600, en el tramo que lleva de El Santuario a Caño Alegre, en la jurisdicción del municipio de San Luis. El beneficio tendrá límites.

La entidad explicó que estará activa la movilidad desde las 8:00 a. m. hasta las 6:00 p. m., en dado caso de que las condiciones climáticas lo permitan y los expertos en ingeniería digan que los automotores no corren ningún tipo de riesgos en el tránsito.

Esta decisión se tomó con el fin que los viajeros se desplacen a sus destinos en el corredor de Medellín hacia Bogotá sin ningún percance. También para reducir las afectaciones que están teniendo los comerciantes del Magdalena Medio por el cierre.

Movimiento en masa sobre la autopista Medellín - Bogotá. | Foto: Cortesía: Denuncias Antioquia.

Aunque no se frenarán los trabajos: “El Invías sigue trabajando en la zona con labores de remoción y en la implementación y ejecución de la solución definitiva tras el derrumbe que ocasionó desprendimiento y caída de material rocoso en la vía el pasado primero de marzo”.

Ahora bien, el Ministerio de Transporte emitió un comunicado en el que fue insistente en pedirles a los usuarios que transiten con cuidado por la zona de emergencia, dado que el terreno sigue siendo inestable y acatar cada una de las órdenes de los operarios.

Aunque habrá paso por el sector Puentes Caídos a un carril, es importante recordar que se mantienen como vías alternas para el tráfico liviano las rutas: Medellín-Cisneros-Puerto Berrío-Puerto Boyacá-Caño Alegre Medellín-Manizales-Bogotá. Para el tráfico pesado se sugiere Medellín-Manizales-Bogotá.

En otra información de servicio, el sistema masivo de transporte del Valle de Aburrá tendrá modificaciones en la prestación del servicio para los usuarios de la línea B del Metro durante Semana Santa. En ocasiones, habrá un largo tiempo de espera en la llegada y salida de los trenes.

Imagen de referencia del Metro de Medellín. | Foto: Diego Andrés Zuluaga

Entre el jueves 6 y domingo 9 de abril, un equipo de 25 personas hará mantenimiento sobre la vía férrea de las estaciones de Estadio y San Javier. En consecuencia, solo estará habilitado un carril para todos los vagones, por lo que la movilidad deberá ser regulada.

Se indicó que los profesionales harán un reperfilado de los rieles, organización del balasto (piedra triturada en el eje) y trabajos de soldadura. Para ello, se empleará buena parte de la flota de vehículos auxiliares de la empresa, entre ellos la bateadora y la reperfiladora.

Las actividades comenzarán todos los días a las 5:00 a. m. y se extenderán hasta el mediodía. En ese lapso, se tendrán cambios operativos en la línea B con el propósito de continuar con la prestación del servicio, mientras el personal de mantenimiento trabaja.

Durante esos cuatro días, los trenes que se mueven por esa zona de la ciudad tendrán una frecuencia aproximada de 20 minutos. Este es en promedio el tiempo de espera de un usuario para que el vagón llegue a la plataforma de embarque y continuar el viaje.

Imagen de referencia del Metro de Medellín. | Foto: Diego Andrés Zuluaga

Esto se debe a que, mientras están los operarios en el terreno, sólo se tendrá disponible una vía y no dos. Las afectaciones se concentrarán en los pasajeros que salgan de San Javier, Santa Lucía, Floresta y Estadio. Esta es la fórmula que se debe implementar:

Cuando la persona se encuentre en Estadio, deberá descender del tren, pasar a la plataforma por las escaleras sin salir del edificio y, posteriormente, tomar otro vagón para continuar su recorrido. Esto aplicará en ambos sentidos: San Antonio-San Javier.

Ahora bien, aunque generalmente estas actividades de mantenimiento se hacen en la noche y madrugada, mientras no hay operación comercial, se descartó esa posibilidad porque la zona es residencial. O sea, el ruido puede afectar a los habitantes de ese sector.