Después de varios meses de aparente calma y una supuesta tregua entre los combos de Medellín, se habría reactivado el enfrentamiento entre los grupos que delinquen en la comuna de Manrique en medio de la negociación de la paz urbana. El Gobierno calificó la alteración del orden público como un saboteo al proceso y la Policía reforzó la seguridad en la zona.
La administración distrital confirmó que, en las últimas semanas, se ha afectado la tranquilidad en ese sector por cuenta de “confrontaciones entre grupos delincuenciales y riñas por intolerancia que han provocado un aumento en los casos de homicidio”, citando un informe de las autoridades judiciales que le miden la ‘temperatura’ a los incidentes.
En lo que va corrido de este año, 19 personas han muerto de manera violenta en la comuna y diez de ellos ya han sido esclarecidos. Los asesinatos más recientes, que desempolvaron la preocupación de las comunidades, fueron los de Yeison Alberto Gaviria Aguirre y Milton Alexis González García en el barrio Manrique Central número Dos.
También se conoció que el pasado 9 de agosto se difundió un panfleto amenazante en las aceras de El Chispero, La Terraza, Villa Guadalupe y El Faraón. Paralelamente, se denunció la circulación de automotores de alta gama y hombres vestidos de civil que, supuestamente, intimidaron a algunas personas con el propósito de generar temor.
Así lo relató la Oficina del Alto Comisionado de Paz en un comunicado dirigido a la opinión pública donde alertó que estas acciones buscan enrarecer el ambiente y sabotear el proceso de paz urbana que, desde hace varias semanas, se tramita en la cárcel de Itagüí con los cabecillas de las organizaciones ilegales que están privados de la libertad.
“Lamentamos cada muerte y cada acto que perturbe esta fase de intercambio de ideas en el espacio dialógico para la paz urbana. Pese a los mencionados intentos de saboteo, las delegaciones continúan avanzando en la construcción de una metodología para el proceso y en propuesta de paz con una agenda de transformaciones territoriales”, dijo la entidad.
Las medidas de seguridad
Frente a este panorama, la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín respondió que, desde inicios de agosto, se fijó un dispositivo de vigilancia que ya suma 80 uniformados de la Policía Nacional y puestos móviles de control a lo largo de Manrique, entre otras medidas que busca hacerle contrapeso a la alteración del orden.
Entre tantas cosas, se anunció que hay visualizadores monitoreando las cámaras inteligentes durante las 24 horas con el apoyo de sobrevuelos de la fuerza pública. También se agregaron cinco unidades del Sistema Inteligente de Monitoreo Integral Móvil (Robocops) para rastrear los delitos que se cometan en las calles de la comuna.
“Equipos especializados de la Policía Metropolitana y la Fiscalía Seccional asumieron investigaciones por homicidios y crimen organizado de la comuna. Las acciones de choque se concentran en los principales corredores viales, zonas de alta afluencia y parques en el territorio”, detalló la administración distrital de la capital de Antioquia.
Para dar con el paradero de los responsables de los asesinatos, se ofreció una recompensa de cien millones de pesos a cambio de información que permita judicializarlos; si se trata de un feminicidio o crimen contra la comunidad LGBTI, se pagará hasta doscientos millones de pesos. Los datos se reciben a través de la línea única de emergencias 123.