Locales cerrados y calles desoladas es el panorama de algunos barrios de Medellín a los cuales parece haber llegado el “paro armado”. Habitantes de la Comuna 8 de la ciudad informaron sobre el cese de actividades durante cuatro días, ordenado como retaliación a la extradición de alias Otoniel, máximo cabecilla de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, a Estados Unidos.
Aunque uniformados hacen presencia en el sector, por orden de la estructura criminal La Sierra, que lleva el mismo nombre del barrio, fue necesario el cese de actividades en este sector. Lo anterior, porque el sistema criminal que allí opera, La Sierra, ha mantenido una fuerte alianza con el Clan del Golfo.
La situación aqueja los barrios La Sierra, Villa Liliam, Las Mirlas y Villa Turbay. Recordemos que estos mismos sectores han sido escenario de otros paros armados promovidos por el Clan del Golfo entre 2012 y 2017. Uno de ellos fue por la muerte del hermano de Otoniel, alias Giovanny, abatido en Acandí, Chocó, en el año 2012.
Al respecto, el coronel de la Policía Metropolitana José Galindo comentó que: “Ante estos anuncios, la Policía Metropolitana reforzó el modelo de vigilancia por cuadrante. En este momento tenemos nuestras reacciones de los diferentes grupos especializados y el componente de inteligencia, estamos acompañando a la ciudadanía no solo de La Sierra, sino también de Caicedo”.
A esta hora, el gobierno departamental encabeza un consejo de seguridad para “estudiar medidas que permitan garantizar el orden público y proteger a la comunidad”, trinó el gobernador Aníbal Gaviria.
Ante este escenario, la Defensoría del Pueblo reitera su exigencia a grupos armados ilegales a no atentar contra la población civil, solicitando la verificación de emergencia en las regionales Córdoba, Bajo Cauca antioqueño, Urabá-Darién, sur de Bolívar, Magdalena Medio y Sucre.
“Solicitamos medidas urgentes a las autoridades para garantizar la protección de los derechos individuales y colectivos de los habitantes y comunidades de las regiones del país”, comentó Carlos Camargo Assis, defensor del Pueblo.
Terror en Antioquia: 10 vehículos han sido quemados
Desde este miércoles 4 de abril, el temor se apoderó de los campesinos asentados en las regiones del Bajo Cauca y el Urabá antioqueño, principalmente. Y es que, ante la extradición de alias Otoniel, el Clan del Golfo anunció un “paro armado”.
Las amenazas se han cumplido. Al amanecer de este jueves 5, varias tractomulas bloquearon las vías de acceso a los municipios del Urabá antioqueño, específicamente en el Distrito de Turbo, sector El Tres. Además de los cierres, la comunidad ha presenciado la quema de los vehículos en las calles de los municipios de San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá y Necoclí.
Las fachadas de las casas amanecieron marcadas con siglas alusivas al grupo delincuencial. En cuestión de horas, al menos 10 vehículos en el departamento de Antioquia fueron incinerados ante los ojos de los campesinos en Nechí, Cañasgordas, Yarumal y los ya mencionados.
No hay distinción para los criminales que se toman las calles. En su mayoría son incinerados vehículos de carga y transporte de alimentos, pero también hay buses para la movilización de personas y hasta taxis. Alrededor de 3 mil operaciones de carga se encuentran paradas.
“Esperamos que las autoridades hagan el mayor de los esfuerzos y que la nación proteja a los conductores a nivel país, que esta situación de orden público no se replique más porque somos los primeros afectados”, mencionó Ánderson Quiceno, representante de la Asociación de Transportadores de Carga.
Sin embargo, la situación se agrava en el Distrito de Turbo, el cual ya presenta una alteración del orden público. La comunidad se refugia en sus casas, mientras escucha los escalofriantes sonidos de la guerra.
“Tememos por que vaya a salir otro Otoniel, estamos temiendo otra guerra, las víctimas no queremos eso”, expresó Silvia Berrocal, firmante de la acción de tutela que pedía evitar extradición de Otoniel.
Aunque los camioneros tratan de reducir las llamas con sus extintores, no es posible detener la conflagración. “Tanto sacrificio y mire: lástima mi carro. Ayúdame, Dios mío. Le regué el extintor, pero no pude”, narró la víctima mientras registraba con su celular el camión entre el fuego, a la altura del sector conocido como Guarumo, en Caucasia.
Ese mismo corredor estuvo bloqueado durante siete horas por otros ilegales, luego de que un conductor fuera obligado a atravesar su vehículo en las dos calzadas, en jurisdicción del corregimiento de Puerto Valdivia y, en consecuencia, el transporte estuvo represado.