El principal eje vial que conduce de la ciudad de Medellín hacia el Urabá antioqueño amaneció bloqueado por un grupo de campesinos que, a modo de protesta, reclaman supuestos incumplimientos por parte de la concesión que tiene a cargo la carretera.
Los conductores reportan alta congestión vehicular en ambas calzadas que cruzan por el occidente del departamento. De acuerdo con el reporte oficial, la manifestación está concentrada en el tramo que une a los municipios de San Jerónimo y Santa Fe.
Son los integrantes del Consejo Comunitario de la Vereda Juntas de Sopetrán los que tomaron la decisión de frenar el tránsito de los automotores durante la mañana de este sábado, 4 de febrero. De momento, se desconoce la hora en que darán apertura.
Ellos se plantaron en el sector conocido como Las Básculas para exigirle a la compañía Devimar, quien tiene a cargo la administración y mantenimiento del eje, el cumplimiento de una serie de acuerdos que habría alcanzado con esta población en el pasado.
Entre tanto, habilitar un ingreso vehicular directo para su territorio, señalizaciones, paradero de buses y pasos peatonales, entre otros reclamos que anhelan sean resueltos ante los bloqueos que están liderando y que ya les sacan factura a los viajeros.
Cientos de automotores están atrapados en el corredor. Varios tienen como destino al resto de municipios del occidente, pero también a las localidades del Urabá antioqueño. De igual manera, esta vía sirve como alternativa para los conductores que van a la Costa.
Se espera un encuentro entre la compañía y el Consejo Comunitario de la Vereda Juntas de Sopetrán para resolver las inconformidades que presentan. Mientras tanto, las personas se quejan por medio de las redes sociales del tráfico que padecen.
Por otro lado, seis puntos neurálgicos para la actividad petrolera en el departamento del Meta están bloqueados desde hace tres días por manifestantes. Los voceros de la protesta condicionaron la apertura a una visita del Gobierno.
Los cierres están puestos en la zona rural del municipio de Puerto Gaitán, en el tramo que conduce de la cabecera urbana hasta la vereda Rubiales, donde varias empresas privadas adelantan trabajos en el sector de los hidrocarburos.
El argumento para interrumpir el tránsito de los trabajadores y automotores de carga pesada es el estado de la carretera. Los campesinos exigen desde hace 30 años la intervención del corredor por sus condiciones críticas.
Una vez el paro fue refrendado por las comunidades, se les pidió a los operarios abandonar el territorio y amenazaron a los conductores con pincharles las llantas en dado caso de que violaran las reglas del juego que armaron.
Ante la crisis, la administración municipal de Puerto Gaitán ordenó decretar la ley seca con el propósito de mitigar los riesgos que podrían generar los bloqueos. Esta política rige desde las cuatro de la tarde de este viernes 3 de febrero.
La Seccional de Tránsito y Transporte describió que, con corte a las ocho de la mañana de este 4 de febrero, el corredor de vehículos está obstaculizado en seis puntos por más de cien personas que reclaman la presencia de las cabezas del Gobierno nacional.
Los frenos están puestos en el puente del río Mancacías; en el kilómetro 108, al ingreso de Cuernavaca; en el kilómetro 110, acceso a la vereda Santa Helena; en el kilómetro 113, en el sector Caño Azul y Tillava; en el kilómetro 126, sector del Oasis; y finalmente, en el kilómetro 129, a la altura de la vereda de Puerto Triunfo donde hay cerca de 20 personas.
Como respuesta a los incidentes, el mandatario de este pueblo, Jorge Plazas Hernández, invitó a las comunidades de las veredas de la zona de influencia de Rubiales a un encuentro este sábado 4 de febrero.