Si bien el Ministerio de Transporte informó en la mañana de este lunes que ningún vuelo se había cancelado por cuenta del abastecimiento de combustible de aviones, un escenario diferente es el que se vive en el aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro, la principal terminal aérea de Antioquia.
Airplan detalló que, debido a la situación que enfrenta el país con relación a la disponibilidad de combustible para aviación, las aerolíneas reportan ocho vuelos cancelados con corte a las 8:00 a. m. de este 26 de agosto. Los itinerarios alterados, cuatro saliendo y cuatro llegando, tenían como destino Bogotá, Cúcuta y Bucaramanga.
Desde hace poco menos de una semana, el sector aéreo enfrenta una nueva crisis que complicaría los planes de muchos viajeros, que aspiran a tomar vuelos nacionales e internacionales a diferentes destinos. Esto, por cuenta del desabastecimiento de combustible en algunos de los aeropuertos más importantes del país.
El pasado 16 de agosto, la Refinería de Cartagena (Reficar) enfrentó un grave problema por una falla eléctrica que afectó la entrega de combustibles, específicamente la referencia Jet A1, que es la utilizada por las aeronaves comerciales que llegan y parten del país.
Aunque la Refinería de Barrancabermeja aseguró que entregará el 100 % del combustible, lo cierto es que la de Cartagena solo alcanzará a abastecer un 76 % de su producción normal.
Latam fue una de las primeras aerolíneas en elevar una advertencia. La empresa aseguró que las filiales del Grupo Latam que operan en las distintas ciudades del país fueron informadas sobre el desabastecimiento de inventarios de combustible en aeropuertos como Leticia, Montería y Bucaramanga. En Bogotá, el reporte asegura que la cantidad de combustible disponible está en niveles críticos.
La aerolínea ha ejecutado un plan de contingencia para gestionar los consumos de combustible y proteger el cumplimiento de sus itinerarios. Lo anterior incluye, entre otras medidas, realizar el cargue extra de combustible fuera de Colombia para vuelos internacionales de Latam, además de ajustes en procesos operacionales y de monitoreo vuelo a vuelo de los consumos para cada aeropuerto en el país.
La Aeronáutica Civil también se pronunció abriendo la posibilidad de que las aerolíneas reprogramen, suspendan o cancelen vuelos programados entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre. Esto, como una medida para que las empresas puedan flexibilizar su operación de acuerdo con la disponibilidad de la gasolina para las aeronaves. Sin embargo, deberán informar al coordinador de slots sobre los cambios en vuelos, con 24 horas de anticipación.
Otra de las entidades que se pronunció fue la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que a través de un comunicado aseguró que las aerolíneas están diseñando medidas para racionar el combustible disponible. Sin embargo, resaltaron la importancia de la disponibilidad del mismo para el mercado aéreo.
“De acuerdo con la Aeronáutica Civil, el combustible representa alrededor del 35,1 % de la estructura de costos de la operación aérea en el país, por lo cual es necesario garantizar la competitividad de su precio y su disponibilidad, para seguir avanzando en el acceso y la democratización del servicio de transporte aéreo”, indicó el gremio.