En zona urbana de Santa Fe de Antioquia fue sorprendido por las autoridades alias Marrano, jefe máximo de la subestructura del Clan del Golfo que delinque en esa zona del occidente del departamento.

La Cuarta Brigada del Ejército Nacional informó que el hombre carga con 20 años de prontuario criminal heredado de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) donde gestionó los negocios ilegales, intimidaciones y actos terroristas contra los comerciantes para alcanzar sus objetivos.

Los trabajos de inteligencia dan cuenta que Marrano pretendía expandir sus acciones terroristas hacia otras zonas del departamento. En la lista figuraban los municipios de Olaya, Liborina y Sabanalarga.

El brigadier general Juan Carlos Fajardo González, comandante de la Cuarta Brigada, reveló que la motivación principal estaba marcada en “intensificar la financiación de las rentas ilícitas de microtráfico, narcotráfico, minería ilegal y cobro de extorsiones”.

Al parecer, el capturado era una de las cabezas más relevantes del Clan del Golfo debido a su amplio conocimiento sobre las actividades delictivas, financieras, armadas y políticas.

Marrano sería el responsable de las acciones criminales que se presentaron en Santa Fe de Antioquia en el marco del paro armado que se extendió por cuatro días.

“El Ejército Nacional mantiene el desarrollo de operaciones militares coordinadas, para neutralizar las acciones criminales de los grupos armados en el departamento de Antioquia”, concluyó el comandante.

Antioquia cuantificó afectaciones tras el paro armado del Clan del Golfo

En la evaluación mensual del orden público en Antioquia, las autoridades reconocieron que el departamento fue uno de los más afectados por el paro armado que impuso el Clan del Golfo, durante cuatro días, como retaliación por la extradición de alias Otoniel hacia Estados Unidos.

Las intimidaciones y acciones terroristas de la organización ilegal llegaron al 60 % del territorio antioqueño. Es decir, en 76 municipios hubo afectaciones: quema de vehículos, confinamiento y escasez de servicios y productos.

Con base en las estadísticas de la Secretaría de Seguridad y Justicia, en 96 horas los miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) les prendieron fuego a 101 automotores, en su mayoría, las víctimas fueron los transportadores de carga.

En imágenes registradas por los conductores se veían las llamas dentro de los vehículos que, antes de rociar la gasolina, fueron marcados por los ilegales con las siglas de la organización criminal.

Además, durante la jornada violenta se presentaron 20 hostigamientos contra la fuerza pública, siendo el más grave el registrado en Cañasgordas, donde murieron un policía y un militar, además dos miembros de ambas instituciones resultaron gravemente heridos.

Sin embargo, el secretario de Seguridad Humana de Antioquia, Luis Fernando Suárez, reveló que uno de los servicios más afectados fue la educación. “Todavía la semana pasada teníamos padres de familia que tenían temor de enviar a sus niños al colegio, esperamos que esta semana se restablezca totalmente”, dijo el funcionario.

Ataque a caravana del Ejército y la Policía, deja dos lesionados. | Foto: Ataque a carava de la Policía deja dos uniformados lesionados en Cañas Gordas, Antioquia

Otro de los fenómenos que atemorizó a las comunidades fueron las pinturas rojas que plasmaron los terroristas sobre las fachadas de las viviendas en que se leía “AGC”. A pesar de que las autoridades invitaron a restarles importancia a los dibujos, las poblaciones lo interpretaron como un ultimátum de los ilegales para acatar las órdenes.

Frente a este caso, la Gobernación indicó que actualmente se trabaja con la Policía y el Ejército para intervenir las fachadas de las casas y negocios que fueron pintadas. Mientras que avanzan las conversaciones con las concesiones viales y el Instituto Nacional de Vías (Invías) para retirar los vehículos incinerados.

Tasa de homicidios

En el mismo encuentro, la Gobernación de Antioquia informó que, con corte al 30 de abril, en comparación con el mismo período de 2021, se registró una disminución del 13,9 % en muertes violentas: 99 homicidios menos.

Hay cuatro subregiones que continúan al alza: Nordeste (35), Oriente (17), Urabá (6) y Magdalena Medio (3). El secretario de Seguridad Humana explicó que la meta para este año es llegar a una cifra de 27 homicidios por 100.000 habitantes, lo que suma 1.860 homicidios. No obstante, las autoridades están desviadas del objetivo, así lo confirmó el funcionario.

“Precisamente, para alcanzar la meta se tomaron decisiones tendientes a disminuir los homicidios en las subregiones que presentan incremento y avanzar en la meta de esclarecimiento de homicidios. En esta, a corte el 30 de abril, se presenta 28,6 % y la meta para este año es del 40 %. Se decidió continuar con la publicación de los carteles de los más buscados de las estructuras criminales que hacen presencia en el departamento y de los homicidas en cada subregión”, concluyó Luis Fernando Suárez.