La Policía Nacional logró la detención de Juan Guillermo Naranjo Henao en Medellín, presunto responsable de enviar más de dos toneladas de cocaína a México y Estados Unidos.
Al parecer, lideraba una organización criminal narcotraficante que operaba en Buenaventura y Guayaquil, Ecuador. Según la investigación, desde allí controlaba el envío de cargamentos de droga.
El modus operandi que pusieron en evidencia los uniformados consistía en contaminar contenedores en dos importantes puertos marítimos del Pacífico.
De igual manera, utilizaba como rutas los afluentes del río Naya para enviar estupefacientes por medio de lanchas rápidas que salían de Puerto Merizalde hacia el océano Pacífico, con escala en Ecuador y luego México.
Una vez llegaba el material a ese país, los integrantes del cartel Jalisco Nueva Generación, comandado por los hijos del ‘Chapo’ Guzmán, lo transportaban hacia Estados Unidos.
“A este sujeto, para la fecha del 30 de marzo de 2018, la Policía Nacional de Ecuador le ejecutó una orden de allanamiento a un inmueble en la ciudad de Guayaquil, donde le incautaron más de 700 kilogramos de clorhidrato de cocaína”, reportó la institución.
Sus alcances fueron bastantes, de acuerdo con el análisis penal. Se sospecha que tuvo nexos con una supuesta red de corrupción que se gestó entre funcionarios de la Contraloría de Antioquia y otras entidades públicas del departamento.
Por ejemplo, en 2019 fue capturado uno de sus hermanos en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro por presuntos actos de corrupción cuando se desempeñó como subcontralor.
Ahora bien, la detención de Juan Guillermo Naranjo Henao se dio en el marco de la operación Arcángel de la Dirección Antinarcóticos, en un proceso de investigación que contó con la participación de la DEA.
El plan de las autoridades es que no permanezca en Colombia, se arrestó con fines de extradición a Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico.
Junto a él, en lo que va corrido del año, la Policía Nacional ha logrado la judicialización de 32 personas con los mismos antecedentes y requeridos por juzgados internacionales.
Las autoridades reconocieron que, sin el apoyo de la ciudadanía, no serían posibles los resultados: “La Policía Nacional invita a la ciudadanía a seguir denunciando, a través de la línea antidrogas 167, los casos relacionados con el tráfico de estupefacientes, cultivos ilícitos, lavado de activos, tráfico de sustancias químicas y personas que se dediquen a este tipo de actividades ilícitas”.
Por ejemplo, en una inspección rutinaria de la Policía Nacional en la subregión del Urabá antioqueño cayó un supuesto pez gordo del narcotráfico de Ecuador. Sobre él pesa una circular roja de la Organización Internacional de Policía (Interpol) expedida por Estados Unidos.
Se trata del señor Fabricio Reynaldo Garcés Bedoya, de 49 años. Su nombre sería conocido en los estrados judiciales de América por cuenta del tráfico de drogas a gran escala. Ese delito lo tiene enredado en un proceso ante las autoridades del norte del continente.
Al parecer, él ingresó a Colombia de manera irregular para tratar de evadir las respuestas que le estaba pidiendo una corte de Estados Unidos por narcotráfico y lavado de activos. Se sospecha que ingresó por el sur y se instaló en el departamento de Antioquia.
Allí quedó atrapado en el modelo nacional de vigilancia comunitaria por cuadrantes, en el municipio de Necoclí, centro de encuentro de cientos de migrantes, lo que ha obligado a los organismos colombianos a extremar las medidas de cuidado y protección.
Precisamente, el plan de inspección a hotel e identificación de foráneos que desarrolla la Policía Nacional, en coordinación con las unidades migratorias, fue la fórmula que permitió distinguir a este presunto narcotraficante que buscaban con intensidad en otros países.
Así lo relató la institución: “Se logra dar con la ubicación de este ciudadano a quien, una vez se le realiza el proceso de identificación, se encuentra una orden de captura internacional con circular roja por supuestos delitos de narcotráfico y lavado de activos”.
Las primeras averiguaciones dieron cuenta de que cargaba con una cédula de ciudadanía ecuatoriana y se venía alojando en un hotel de la subregión del Urabá. Los investigadores tienen certeza de que tenía el propósito de seguir su rumbo con destino desconocido.
Todo esto, con el presunto afán de esquivar los controles de las autoridades de Estados Unidos y nacionales. Sobre la mesa se tienen pocos detalles del supuesto comportamiento ilegal del hombre. Sin embargo, la Policía Nacional entregó algunos detalles.
Citando a los medios de comunicación de Perú, reseñó que Fabricio Reynaldo Garcés Bedoya habría sido detenido en el mes de enero de 2022 en ese país y, más tarde, fue dejado en libertad en polémicas circunstancias que fueron materia de investigación.
“Desde ese momento, el ciudadano extranjero permanecía prófugo de la justicia hasta el día de hoy, que fue nuevamente capturado, quien habría llegado al país de manera irregular pretendiendo evadir a la justicia”, agregó la institución en un comunicado.
Él fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, para que esta adelante los trámites que sean necesarios para que les haga frente a las acusaciones que tiene activas y hacer la presentación del detenido ante las autoridades que emitieron la circular roja.