La Fiscalía asumió las investigaciones para esclarecer la muerte de tres personas al interior de una vivienda de Medellín. Entre todas las pistas, los detectives hallaron una comunicación premonitoria sobre lo que ocurrió.
Las víctimas son Diana Lorena Vélez y sus dos hijos mayores de edad, María Camila Hincapié y Juan Carlos Hincapié. Ellos aparecieron sin signos vitales, y sin marcas violentas, en un inmueble del barrio La Isla en la mañana del pasado miércoles.
Aunque la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá anticipó en los medios de comunicación que se trataría de un suicidio colectivo, varios elementos darían cuenta de un posible homicidio con una sustancia química.
Una de las pruebas es una carta que la madre escribió el 8 de septiembre, tres días antes de los fallecimientos, dirigida a la compañera sentimental de Juan Carlos. En 17 renglones, ella le anunció lo que acontecería.
Diana Lorena buscó a la novia de su hijo y le entregó un paquete con la promesa que solo lo podía abrir cuando ella le diera la orden. La joven le cumplió la palabra y, en medio de la tragedia, descubrió lo que escondía la bolsa.
Así lo narró un testigo a SEMANA: “Ella se la dio y le dijo: ‘Téngame esto, que es un regalo para Juan, guárdemelo y no lo vaya a destapar’. Cuando fuimos a mirar era que le había dado plata y la nota, que la perdonara por lo que ella le había hecho”.
El periodista Hernán Muñoz, de CM&, reveló el contenido completo de la comunicación: “Perdóneme por hacerla sufrir. Le doy gracias por los buenos momentos que mi hijo pasó a su lado, por el cariño brindado”.
También afirmó: “Siento mucho hacerla pasar por esta situación, pero no podía dejarlos abandonados y sufriendo, día a día, con el suicidio de su madre. Quedan preguntas sin responder, pero piense que Juan, hasta su último día de vida, fue feliz”.
Y concluyó: “Este dinero es para que tenga un poco de tranquilidad mientras pasa el duelo y este momento tan difícil. Eres una mujer muy valiosa y le doy gracias a la vida porque Juan haya tenido la oportunidad de haberte conocido”.
Además de esta carta, la mujer también dejó un texto en su vivienda en el que expresó el destino de su cadáver, que sus órganos fueran donados a la ciencia médica y, en caso de no poderse, que sus cenizas fueran desechadas.
Hay un tercer mensaje, enviado vía WhatsApp al papá de sus hijos desde el número de Juan Carlos, donde, de manera confusa, le indica que se tiene que hacer cargo de los tres cuerpos, como si todo hubiera sido planeado milimétricamente.
“Por favor, venga muy temprano, apenas se despierte. La llave queda en el borde de la ventana, la otra llave queda en la mata para que le diga a mi papá. Busca el contacto de él y le avisa, él se tiene que hacer cargo de nosotros tres”, se lee en este último.