Culminaron las obras de ampliación de la pista del aeropuerto Reyes Murillo de Nuquí, Chocó. Ahora podrán aterrizar equipos con mayor capacidad para el transporte de pasajeros y carga.
La Aeronáutica Civil invirtió 58 mil millones de pesos para extender las instalaciones, pasando de 1.180 por 15 metros a 1.340 por 23 metros de pavimiento rígido. Además, se mejoró la plataforma para el parqueo de las aeronaves.
Mientras se desarrolló el proyecto, los empresarios denunciaron saldos negativos por cuenta de las restricciones y los altos costos de los pasajes, pero ahora sacarían provecho de las modernizaciones porque podrán llegar más personas.
Así lo informó la Aerocivil por medio de un comunicado dirigido a la opinión pública, donde advirtió que la conectividad aérea mejorará y le abrirá la puerta a cientos de turistas interesados en las plazas del municipio.
“Fomentará un mayor flujo de visitantes desde y hacia la región, reconocida internacionalmente por la migración de ballenas jorobadas durante el segundo semestre del año”, se lee en el documento.
Por ejemplo, este lunes se espera la llegada de un avión tipo ATR42-600 de la aerolínea Satena con 48 asientos y mayor capacidad para el equipaje, entre otros beneficios para los turistas que llegan a las playas de Nuquí.
Construcción de vía en el Chocó lleva meses abandonada y la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo no explica el por qué
Un auténtico dolor de cabeza están viviendo en el municipio de Atrato, perteneciente al departamento del Chocó, donde la obra que prometía convertirse en una gran oportunidad de desarrollo por la conexión con la ciudad de Quibdó, lleva más de un año interrumpida y sin un futuro claro.
Esta vía de 5 kilómetros es uno de los más grandes anhelos de la comunidad desde hace aproximadamente 30 años, ya que permitirá mejorar considerablemente la movilidad entre el corregimiento de San Martín de Purré, una zona con alta producción agrícola, con la capital chocoana.
Todo iba de maravilla, hasta que en mayo de 2022 la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, (UNGRD), que es la entidad a través de la cual se canalizan los recursos del proyecto, ordenó su suspensión por la entrada en vigor de la Ley 1259 de 1994 o Ley de Garantías, de acuerdo con lo que le manifestó a SEMANA el alcalde de la población, Juan Genecy Bejarano Martínez.
El mandatario manifestó que la comunidad está bastante irritada con él, a pesar de que ha estado siempre pendiente del avance del proyecto, porque entre los habitantes de la localidad se propagó una idea equivocada, según la cual fue él quien decidió interrumpir las obras.
Explicó que para la realización de esta iniciativa se suscribió un convenio entre la UNGRD y el Fondo Todos Somos PAZcífico, pero que él no tiene la facultad ni la autonomía para destinar estos recursos a otras cosas, por lo que no tiene ninguna responsabilidad en la interrupción de los trabajos.
“La comunidad considera que yo no he querido realizar las gestiones, e incluso he recibido amenazas personales que me tienen con mucho temor”, manifestó.
Entre lo señalado por el Alcalde de Atrato está que tras el cese de la construcción de la carretera habló con las personas encargadas de la UNGRD, quienes le manifestaron que todo se debía a unas inconsistencias del proyecto, por lo que él se encargó de su reformulación y ha tratado de acelerarlo por todos los medios, pero sigue sin recibir respuesta a pesar de hacerle las correcciones que le pidieron.
Pero los problemas para el mandatario no son únicamente por las presiones de la comunidad, sino porque él pactó con un contratista la realización de las obras por $7.600 millones y este alcanzó a ejecutar el 24 por ciento, por lo que ya presentó una demanda en su contra por $1.800 millones y hasta tiene pendiente una citación de la Procuraduría.