El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, manifestó su apoyo al sometimiento de las bandas criminales y a una salida política con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante el gobierno de Gustavo Petro.
“Todo acuerdo que permita quitar un arma de las calles lo vamos a celebrar”, aseguró el mandatario durante el lanzamiento de un programa de educación digital en la capital de Antioquia.
Quintero, quien comulga con las ideas de Petro y ha celebrado su elección como presidente, argumentó que “un homicida y un arma no deberían estar en el territorio donde hay niños y mamás, donde se quiere construir futuro. Por eso creemos que las autoridades deben actuar de forma implacable contra cualquiera que se levante contra el Estado y use las armas para controlar un territorio”.
Las palabras del alcalde de Medellín se dan solo unos días después de que SEMANA revelara que el Clan del Golfo, que tiene una fuerte presencia en Antioquia, y un conglomerado de grupos armados ilegales, quieren dialogar con el presidente electo para buscar una salida negociada.
“Estamos dispuestos a coordinar un cese al fuego contra la institucionalidad a partir del 7 de agosto de 2022. Estamos dispuestos a desarmarnos en el momento indicado. Estamos dispuestos a pedir perdón. Estamos dispuestos a aportar verdad total e integral. Estamos dispuestos a reparar y sobre todo a no repetir los actos criminales. Estamos dispuestos a cumplir con los fines de la justicia restaurativa. Estamos dispuestos a unirnos con las instituciones para proteger el medioambiente, contra las prácticas ilegales que lo deterioran enormemente. Estamos dispuestos a construir un futuro mejor para las nuevas generaciones”, dice una carta conocida por este medio y que fue enviada no solo a Petro, sino también a la vicepresidenta, Francia Márquez, y al canciller designado, Álvaro Leyva.
Esta carta aún no ha sido contestada por el presidente electo. Sin embargo, dadas sus promesas de paz y disposición al diálogo con grupos armados en campaña, la respuesta podría llegar antes de su posesión el 7 de agosto.
¿Qué pasaría en Medellín?
Alcanzar un sometimiento de las bandas criminales y grupos armados en el país significaría un alivio gigantesco para Medellín que, de acuerdo con Quintero, es la ciudad del país con mayor presencia de organizaciones delictivas.
“Medellín es la ciudad con más grupos organizados del país. El 42 % de los grupos armados organizados del país está en el Valle de Aburrá”, afirmó.
No obstante, enfatizó que, pese a esa alta cifra, en la ciudad no opera el Clan del Golfo, pero aceptó que ese grupo armado sí tiene serias intenciones de llevar sus operaciones criminales a la capital antioqueña.
“En Medellín no opera el Clan del Golfo, pero sí hemos tenido amenazas de que quieren entrar en algunos corregimientos como Altavista”, expuso.
El Clan del Golfo, según el propio ministro de Defensa, Diego Molano, viene adelantando un plan pistola para asesinar a miembros de la Fuerza Pública en Antioquia, Chocó y Córdoba en represalia a los duros golpes que las autoridades le han dado, entre ellos la captura y extradición a Estados Unidos de su otrora líder alias Otoniel y su hermana.
Además de vengarse por estos golpes, este grupo armado estaría ejecutando el plan pistola para “posicionarse frente a posibles negociaciones hacia futuro”. Toda esta estrategia criminal está siendo liderada por alias Chiquito Malo, quien heredó el máximo puesto en el Clan del Golfo luego de la caída de alias Otoniel.