La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá identificó a una estructura delincuencial que vendía chance ilegal en todas las calles de la subregión. Al parecer, sus integrantes tenían ganancias mensuales que superaban los mil millones de pesos.
El grupo habría sido liderado por diez años por alias ‘Pacho’, quien tendría amplia experiencia en el sector dado que trabajó en una empresa de apuestas. Es decir, aprovechaba sus conocimientos para la supuesta captación irregular de dineros.
En esas labores también lo acompañó alias ‘Edwin’, otro exfuncionario de una reconocida compañía de chance. Junto a otras nueve personas, se habrían movido por todos los municipios del Área Metropolitana para expandir el negocio.
Las autoridades judiciales sospechan que movieron talonarios falsos por Medellín, Barbosa, Envigado, Bello, Itagüí, Sabaneta, Girardota, Caldas, Copacabana y La Estrella. Así quedaría en evidencia en el material probatorio que le fue suministrado a la Fiscalía.
Los once implicados fueron capturados en las últimas horas en varios puntos del Valle de Aburrá. En medio de los allanamientos, se les encontró 2.111 dólares, $151 millones, 960 talonarios de chance, 15 equipos móviles, siete computadores y tres tabletas digitales.
Ellos deberán responder ante un juez de la República por ser los presuntos responsables de los delitos de concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito de particulares y ejercicio ilícito de actividad monopolista de arbitrio rentístico, tras los hallazgos de la Policía Nacional.
El teniente coronel José Fonseca, comandante operativo de esta institución en el Valle de Aburrá, declaró que esta estructura delincuencial estaba afectando directamente los ingresos de las empresas formales que sostienen la red pública de salud de la región.
“El lucro económico que obtenía por medio del chance ilegal podía llegar a los mil millones de pesos mensuales, afectando de manera directa las transferencias al sistema de salud del departamento de Antioquia”, informó el oficial en la mañana de este lunes.
Paralelamente, invitó a la comunidad a informar a la línea 123 sobre cualquier conducta que afecte la tranquilidad o convivencia en cualquier municipio del Área Metropolitana, donde acudirán los uniformados para controlar las alteraciones del orden público.
Fentanilo en Medellín
Cayó la primera organización delincuencial que se dedicaba al tráfico de drogas adulteradas con fentanilo en las calles de Medellín. El hallazgo se dio tras una investigación que se extendió por siete meses, donde se probó la circulación de la temida sustancia que puede llevar al consumidor a la muerte porque es cincuenta veces más potente que la heroína.
Quince personas fueron capturadas por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Sus movimientos se concentraban en las inmediaciones de las instituciones educativas de los barrios Florencia y Pedregal.
Los agentes de la Sijin estuvieron tras las pistas y, al encontrar pruebas, se les dio el visto bueno para adelantar doce allanamientos. En medio de las inspecciones, se encontraron 35 ampolletas de fentanilo, 667 pastillas de anfetaminas, 9 frascos de ketamina, 17 unidades de dimetiltriptamina, 76 pastillas de oxicodona y 15 ampolletas de midazolam.
Ellos acusaron a alias Darwin y Dany de ser los coordinadores del grupo ilegal que, según las primeras cuentas, podrían recibir hasta 150 millones de pesos al mes producto de la venta de las drogas.
Su plaza de vicio era conocida como ‘El Pecado’ y, además de los colegios, tenían influencia en varios espacios deportivos de la ciudad.
Así lo informó el coronel José Fonseca, comandante operativo de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá: “Se logra la desarticulación de una estructura delincuencial donde utilizaban fentanilo para elaborar tusi. Quince personas fueron judicializadas por el grupo especial, conformado por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación”.
Además de la manipulación del fentanilo, fueron sorprendidos con marihuana y cocaína. Mientras avanzan las investigaciones judiciales, deberán estar privados de la libertad en un centro carcelario del departamento por concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes en calidad de agravado.