La Policía Nacional le confirmó a SEMANA que un equipo de la Fiscalía General de la Nación fue retenido por supuestos integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) cuando se desplazaban por una vía de Antioquia.
La emergencia se presentó en las últimas horas en la subregión del Bajo Cauca, cuando el vehículo en el que se movilizaban cuatro personas fue interceptado abruptamente en un supuesto retén que la organización delincuencial habría instalado irregularmente.
Dentro del automotor iban tres investigadores y una secretaria de despacho que, entre tanto, tienen a cargo sensibles denuncias. En esta zona hay quejas por reclutamiento de niños, extorsiones, secuestros, homicidios selectivos y desplazamientos masivos.
Los sujetos armados los obligaron a frenar el carro, presentándose como integrantes de las AGC en un tramo de la vía que une a Tarazá con Medellín. Al parecer, luego les exigieron que los acompañaran a otro sector para poder verificar sus identidades.
Tuvieron que pasar más de dos horas para que los dejaran continuar con su camino hacia la capital del departamento. Esto pasó cuando los ilegales comprobaron que eran funcionarios de la Fiscalía General de la Nación. Las víctimas no fueron atacadas.
El comandante del departamento de la Policía en Antioquia, coronel Daniel Mazo Cardona, indicó que la institución no ha recibido una denuncia formal y desconoce detalles del incidente porque la noticia criminal fue abierta por la propia Fiscalía.
La escasa información se debe a que los uniformados no estuvieron al tanto del hecho en el terreno y los investigadores apenas se están movilizando hacia la ciudad de Medellín para ofrecer las declaraciones. En las próximas horas se conocerían nuevos datos.
Lo cierto es que la Gobernación de Antioquia denunció violaciones al cese al fuego que acordaron las organizaciones delincuenciales con el Gobierno nacional en medio de la ‘paz total’, tanto por el Clan del Golfo como por el frente 36 de las disidencias de las Farc.
Los homicidios y detenciones ilegales protagonizados por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como también se presenta el Clan del Golfo, encendieron las alarmas en esta región del país. Las autoridades pidieron mayor rigurosidad en el proceso de verificación.
Sobre la mesa está el secuestro de dos excombatientes de las Farc cometido en las últimas horas en la zona rural del municipio de Ituango. Según un testigo de los hechos, el incidente fue perpetrado por los hombres que comandó alias Otoniel hasta 2021.
También el cobro de extorsiones y muertes violentas que estarían realizando en otros pueblos de la subregión del norte antioqueño. La situación más crítica se vive en la localidad de Yarumal, donde ya van siete homicidios en lo que va corrido de 2023.
De igual manera, hombres armados patrullaron algunas vías el pasado lunes 23 de enero e instalaron mensajes alusivos a su organización, entre otras situaciones que alarman a las autoridades regionales.
Frete a este escenario, el mandatario departamental reconoció que el cese de hostilidades contra la población civil no se ha cumplido de manera general por los actores delincuenciales que hoy están sentados en la mesa de negociación con el Gobierno.
“Hemos visto, desafortunadamente, que esa voluntad que se ha expresado no se ha visto con hechos reales. La disminución de acciones contra la población demuestra algo muy distinto a lo que se está expresando a la opinión pública”, afirmó el mandatario.
Agregó que la Gobernación apoya los esfuerzos de paz que está liderando la oficina del alto comisionado, Danilo Rueda. Sin embargo, considera que es importante que los grupos al margen de la ley demuestren con hechos reales la capacidad de transitar a la legalidad.