El Club Campestre de Medellín se pronunció oficialmente luego de la riña que se registró en sus instalaciones en Rionegro, Antioquia, en los últimos días. A través de un comunicado, reconocieron que el hecho se presentó y que hubo dos afectados. Dijeron que trataron de controlar la situación, pero que todo pasó muy rápido.

“Durante la clausura de una competencia ecuestre, nos permitimos informar que conocemos la situación registrada el pasado sábado 5 de agosto, entre las 12:00 de medianoche y la 1:00 de la madrugada del domingo 6, por el reporte de la empresa de seguridad en el que se indica el inicio de una riña entre invitados y participantes del torneo, lo cual dejó como resultado dos personas lesionadas”, informó el club.

Y que, por lo tanto, no se logró actuar con la reacción debida. “Se describe la reacción inmediata que se dio por parte del grupo de seguridad del club, pero debido a la rapidez en que sucedieron los hechos, no hubo tiempo de evitar las lesiones de las personas involucradas, quienes son mayores de edad”, aseguraron.

Los hechos ocurrieron tras una competencia de equitación (imagen de referencia). | Foto: NO

También señalaron que la situación se trasladó a una zona en la que se desarrollaba un evento en una zona abierta, al interior de las instalaciones. “Ante las heridas que presentaron los involucrados, se requirió la presencia de una ambulancia para su rápida atención, pero debido al tiempo de respuesta, allegados a los heridos decidieron trasladarlos en carros particulares al Hospital San Vicente, antes de que esta llegara, donde recibieron la atención médica necesaria”, dijeron desde el club.

Agregaron que cuando se buscó indagar con los responsables por lo sucedido, no se pudo obtener información más allá de los comentarios de los invitados y socios del club. Según las versiones que tiene el club, la riña se habría dado por “presuntos hechos ocurridos dentro de la fiesta, situación que sumada al efecto del alcohol, desencadenó este desafortunado evento”.

El hecho habría ocurrido en medio de una fiesta. | Foto: Getty Images

“Debe ser de conocimiento público que la Corporación Club Campestre (sede Llanogrande) cuenta con personal experto para dar cumplimiento a los protocolos de seguridad para este tipo de eventos; en este caso particular, por la magnitud, se dispuso de más personal para reforzar este esquema. De igual forma, se tienen cámaras de videovigilancia en diversos puntos, pero se debe entender que por la extensión de terreno se priorizan los puntos de monitoreo”, informaron.

Dicen que en ningún momento se negó la entrada de una ambulancia a las instalaciones o la salida de las personas lesionadas y que se prestaron los servicios requeridos a las personas involucradas. “No se han ocultado pruebas ante los requerimientos judiciales. La Corporación Club Campestre está con la mejor disposición de colaborar con las autoridades; por ahora, ante la comunidad y opinión pública, la organización reserva la información sobre la identidad de las personas involucradas, teniendo en cuenta el Habeas Data”, aseguraron.

El club está analizando la situación bajo el reglamento por el que se rige y está siendo evaluado por la junta directiva para aplicar medidas y sanciones correspondientes. Aclaran que en las instalaciones ni se vende ni se permite el consumo de alcohol a menores de edad.

“Reiteramos que para la Corporación Club Campestre es indispensable la política de cero tolerancia frente a cualquier tipo de violencia, por lo tanto, rechazamos enérgicamente los hechos en mención y continuaremos promoviendo la sana convivencia, el deporte y la creación de experiencias que nos permiten fortalecer nuestro tejido social desde la base del respeto”, dijeron.

El club señaló que los efectos del alcohol pudieron influir y aclararon que no le venden ni dejan consumir a menores de edad. | Foto: Getty Images

¿Qué fue lo que sucedió?

“Alrededor de 10 personas me atacaron indiscriminadamente”, dijo uno de los dos jóvenes heridos que requerirán de cirugía plástica por la gravedad de los golpes recibidos.

Lo que era un escenario de esparcimiento y muestra deportiva en el Club Campestre Llanogrande, en Rionegro, donde se realizaba este fin de semana una importante competencia de equitación, se convirtió el sábado en la noche en el escenario de una brutal agresión a dos jóvenes que resultaron heridos.

Inicialmente, el evento transcurrió con completa normalidad hasta el sábado en la noche cuando, como es costumbre cada año, se realizó una fiesta de despedida de la competencia.

“En un momento nosotros ya nos estábamos dirigiendo hacia el parqueadero con un amigo y vimos un grupo de personas alteradas corriendo diciendo que le iban a pegar a alguien, que iban a reventar a alguien en el parqueadero, en ese momento me preocupé por mi hermano menor, entonces decidí ir detrás de ellos para ver que mi hermano no estuviera en peligro”, le dijo a SEMANA Andrés Felipe Sánchez, de 24 años, uno de los jóvenes agredidos.

Este acto de Sánchez de preguntar por su hermano menor fue el detonante para convertirse de inmediato en la víctima de una brutal agresión.

“Me atacaron indiscriminadamente alrededor de 10 personas, me cuenta un amigo, porque a causa de los golpes perdí el conocimiento unos minutos, que yo estaba preguntando dónde está mi hermano, dónde está mi hermano, y ahí se fueron todos a atacarme, recibí patadas, golpes con piedras y me arrastraron por todo el parqueadero”, narró Sánchez, quien a causa de las heridas tendrá que ser sometido a cirugía plástica para corregir los daños ocasionados en su nariz.

En medio de la agresión a la que estaba siendo sometido Sánchez, su amigo, Nicolás Grun Samper, quien también se encontraba en la reunión, trató de auxiliarlo, pero tan pronto se acercó fue agredido también con un botellazo en la cabeza, lo que le ocasionó una grave herida en su cuero cabelludo.

Ante la gravedad de las heridas que habían sufrido los jóvenes, algunos de los participantes de la competencia de equitación llamaron a una ambulancia, sin embargo, según narró Sergio Sánchez, padre de Andrés Felipe, los celadores, al parecer por orden de las directivas del club, no permitieron la entrada de la asistencia médica.

“No dejaron entrar ambulancia, ante los hechos, uno de los jinetes que había participado en la competencia los montó en su carro para llevarlos a un hospital, pero cuando iban saliendo del club, los celadores bajaron la talanquera y les dijeron que alguien tenía que autorizar la salida, les tocó a ellos mismos (a los jóvenes heridos) bajarse a subir la talanquera”, aseguró el padre del joven agredido.

De acuerdo con el señor Sergio Sánchez, “en el club nos dijeron que no había cámaras, nos dijeron que no había más. Lo que nos dicen algunos de los socios es que los agresores son como una pandillita, no hay un factor detonante para la pelea, los únicos heridos fueron mi hijo y Nicolás, nos contaron que el año pasado estos pelados agarraron a alguien a puños y casi lo dejan inconsciente”.

Un hecho que llama la atención es que, a pesar de que el tema fue puesto en conocimiento de la Policía, según le dijo Sánchez a SEMANA, cuando los uniformados fueron al club a indagar por lo sucedido, “les dijeron que allí no había ocurrido ningún incidente”.

Estos hechos ya fueron denunciados por las familias de los afectados ante la Fiscalía por el presunto delito de lesiones personales agravadas. La denuncia también recayó sobre el Club Campestre Llanogrande por presunta omisión de denuncia y posible ocultamiento de pruebas.