En la tarde de este miércoles, 4 de enero, se conoció que ante el Ministerio del Trabajo, Coltejer, la textilera más antigua de Colombia, radicó el desistimiento y archivo de la solicitud de despido colectivo que publicó en 2022. De acuerdo con un comunicado de la empresa, “el número de trabajadores disminuyó a menos de diez”.

Además, se conoció que la mayoría de contratos los habrían terminado a través de acuerdos de transacción. También, confirmaron que no se encuentran en proceso de liquidación y disolución. Por ahora, están arrendando las bodegas ubicadas en Itagüí, al sur del Valle de Aburrá.

Cabe recordar que, después de varios momentos difíciles que ha tenido Coltejer en los últimos tiempos, anunciaron el 22 de mayo del año pasado, a través de la Superintendencia Financiera una solicitud, según se lo permiten las normas laborales, para realizar un despido masivo de la que hoy es ya una reducida planta de personal.

Esta empresa, que a finales del siglo XX llegó a tener 17.000 trabajadores que tejían el desarrollo de la industria de la moda en el país, ahora está dando las últimas puntadas de su historia.

Coltejer se le conoció como la primera compañía textil de Latinoamérica, pero en los últimos tiempos, luego del cierre paulatino de sus líneas de producción, tratando de capotear la crisis, no evidenció progresos. De hecho, el encogimiento de la nómina de Coltejer comenzó en meses anteriores, después de verse afectada por distintos factores.

En varias oportunidades argumentaron acerca de los efectos que los fenómenos anticompetitivos como el contrabando, que menguaba las posibilidades del negocio legal del sector textil y de la moda en Colombia, les estaban generando.

A la compañía, que ya venía afectada por el impacto de la ilegalidad, adicionalmente le cayó encima la crisis económica provocada por la pandemia del nuevo coronavirus. Eso, sin contar con otros golpes que recibió, uno de ellos, propinado por los paros recientes en el país.

De esa manera, y de forma paulatina, se fue consumiendo la lista de empleados de la emblemática empresa antioqueña. Solo cuando se anunció la suspensión de la línea de los “no tejidos”, fueron sacrificados 60 puestos de trabajo.

De pérdida en pérdida

Después de haber hecho parte de la lista de las mejores empresas, llegó a reportar pérdidas en 2021 por más de 120.000 millones de pesos. Las restas en sus libros contables de 2020, año en el que todas las compañías andaban mal, no se hicieron esperar. En ese año, Coltejer mencionó pérdidas por 94.000 millones de pesos, frente a las de 2019, que fueron de 25.000 millones de pesos. En contraste, los ingresos se iban contrayendo a niveles cercanos a la mitad (47%) en 2021.

Varios intentos

En 2021, con todo el peso de la crisis encima, Coltejer anunció la búsqueda de salidas y planteó, entre otras, varios puntos que hicieron parte de su plan estratégico de salvación.

“Buscar recursos que generen liquidez a la compañía para la realización e implementación de los estudios técnicos y de mercado, entre ellos la venta de activos fijos, inventario y arriendo de inmuebles; implementar procesos de formación al personal relacionados con las nuevas exigencias técnicas y de mercado; elaboración de los análisis de la estructura administrativa requerida, así como la definición de los perfiles de los cargos; análisis de la maquinaria existente para la implementación de esta y los productos que requiere el mercado, y análisis de las materias primas requeridas e insumos, así como la consecución de estos, con el fin de evitar desabastecimiento”, fueron algunas de las tareas que se impusieron. Al parecer, no les ha sido fácil completarlas.

De esa manera, poco a poco, las máquinas de Coltejer se han ido apagando. Ahora, quedan a la espera de la respuesta del Ministerio de Transporte para el despido masivo que, seguramente, recortará todos o casi todos los 172 empleos que ya le quedaban. Mientras tanto, desde la cartera han reiterado la decisión de reducir al máximo las autorizaciones de despidos laborales, por lo cual, entrarán a estudiar las condiciones que llevaron a Coltejer a solicitarla.