Atado de pies y manos, bajo la custodia de dos individuos fuertemente armados, pasó las últimas 24 horas un comerciante en Antioquia. De acuerdo con el reporte del Ejército Nacional, los ilegales pidieron 120 millones de pesos para arrancarle las cadenas y dejarlo volver a su residencia. El secuestro extorsivo está disparado en la región.
Los hechos se presentaron en la zona rural del municipio de Santa Rosa de Osos cuando la víctima se desplazaba hacia la cabecera urbana. En medio del trasladado fue llevado en contra de su voluntad a un sector abandonado de la vereda La Piedra. Allí lo amordazaron a un pie de un árbol mientras la indicaban que su vida costaba la millonada.
Luego de que la comunidad advirtiera sobre el delito, las unidades especializadas de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional hicieron un barrido por el sector referenciado en las denuncias. Después de un día del secuestro, los uniformados lograron dar con el paradero del comerciante y de los delincuentes que lo tenían sometido.
“La operación militar se desarrolló en la vereda La Piedra, del municipio de Santa Rosa de Osos, hasta donde llegaron los uniformados y en donde hallaron al comerciante atado de manos, pies y amordazado. La víctima estaba custodiada por dos individuos, que fueron capturados en el lugar de los hechos”, informó el grupo adscrito a la Séptima División.
En imágenes registradas por los miembros de la institución quedó en evidencia el escenario que fue elegido por los raptores para imponerle terror al sujeto de 34 años en las montañas de la subregión del norte de Antioquia: estaba bajo el agua y el sol en un terreno cubierto parcialmente por material vegetal.
Cuando los soldados llegaron al sitio, fueron recibidos por dos sujetos que estaban custodiando a la víctima. Uno de ellos tenía bajo el poder un fusil traumático modificado a arma de fuego con el que habría intimidado al comerciante para que cediera a todas las pretensiones. Sin embargo, la denuncia oportuna tuvo mayor efecto.
También tenían dentro de sus artículos un proveedor y equipos de comunicación. Ese material incautado fue trasladado a la Fiscalía General de la Nación con el fin de que sea incluido en el material probatorio que será presentado en las próximas horas en un proceso judicial que deberán enfrentar por las faltas que cometieron.
Ellos estarán en la obligación de responder por los delitos de porte ilegal de armas de fuego y secuestro, un crimen que ha estado de moda en las últimas semanas en el departamento. Aunque los casos reportados han sido sumados a las organizaciones armadas que delinquen en Antioquia, el más reciente no ha sido atribuido a ninguna.
Hasta el 31 de julio, la Policía Nacional documentó diez casos en todo el departamento. Todos los escenarios descritos por las víctimas relacionan el secuestro extorsivo como la motivación de los ilegales para retenerlos. Es decir, retienen a las personas con el objetivo de recibir dinero para liberarlos, como ocurrió en Santa Rosa de Osos con la exigencia de 120 millones de pesos.
En su mayoría, los hombres son los más afectados con esta práctica delincuencial, mientras que el arma de fuego es el elemento utilizado en todos los casos para intimidar a las personas. Eso se ha reportado en la capital del departamento y en los municipios de Carolina del Príncipe, Remedios, Sabaneta, Yolombó y Bello.
En esta última población, el primero de junio ocurrió una retención múltiple: tres personas fueron secuestradas cuya liberación costaba otra millonada. Lo mismo pasó en la subregión del nordeste donde el Clan del Golfo amordazó a siete campesinos; por ellos pidieron cincuenta millones de pesos. El Ejército frustró el delito.