Desde ayer, 16 de noviembre, en el Parque de los Pies Descalzos, específicamente al frente del edificio de Empresas Públicas de Medellín, cientos de personas de las comunidades aguas abajo del proyecto Hidroituango están con carpas, ollas improvisadas y carteles con el propósito de que la junta directiva de EPM los escuche.
Estas comunidades aseguran que se sienten en una total incertidumbre, debido al riesgo que podría generar, en sus comunidades, el funcionamiento de las primeras unidades de la hidroeléctrica en los próximos días. Son puntualmente las ubicadas en la ribera del río Cauca. Además, dicen que con la pasada contingencia del proyecto en 2018, EPM no les ha devuelto los puentes que se cayeron y las adecuaciones en infraestructura de este territorio.
Óscar Mauricio Madrigal, vicepresidente del Movimiento Ríos Vivos, le contó a SEMANA que las comunidades se sienten utilizadas, debido a que el decreto de la UNGRD habla es de una evacuación y no de un simulacro como el que se llevó el día de ayer en el corregimiento de Puerto Valdivia.
“Para nosotros, en el territorio, lo más importante es la vida. A nosotros no nos interesan los intereses económicos de EPM. Le pedimos al alcalde que nos ayude con baños, porque vamos a estar varios días aquí protestando hasta que nos atienda la justa directiva de EPM. Estamos aquí por cuenta de nosotros”, dijo Madrigal.
Por otro lado, Manuel Vargas, otro de los voceros de Ríos Vivos, dijo que, “de EPM ni de Hidroituango hemos recibido ninguna información. Hemos tenido por parte de la personería una pequeña información, donde ya elegimos unos 14 voceros. Esperamos que hoy nos atiendan, porque el movimiento vino para estar aquí y tener soluciones, empezando por el respeto a la comunidad”.
Frente a este panorama, hay dos pedidos que llaman la atención. En primer lugar, se les exige a las entidades que están involucradas con el proyecto que les entreguen detalles de cómo está la obra y las complicaciones que tendría la infraestructura que cargará con la fuerza de ocho turbinas.
“Que la Alcaldía de Medellín, Empresas Públicas de Medellín y la Gobernación de Antioquia digan la verdad y no sigan mintiéndoles a las comunidades sobre las fallas que tiene el proyecto”, quedó registrado en uno de los apartados que fueron compartidos con las autoridades regionales para ser tramitadas.
También solicitaron una reparación colectiva para blindarlos de cualquier escenario que ponga en tela de juicio la integridad física de las poblaciones. Por ejemplo, una póliza de seguro por riesgos de avalancha, inundación, movimientos en masa, “nuevas pérdidas de los medios de vida y subsistencia de la población”.
En otro segmento del documento se lee la exigencia de unas disculpas públicas que deberían emitir los gobernantes, cuyos destinatarios serían las comunidades que se sienten afectadas por los manejos cuestionados que ha tenido el proyecto de generación de energía: “Por el error que implica haber construido”, relataron.
Mientras que a los organismos judiciales se les piden sanciones ejemplares para cada una de las personas que podrían estar involucradas en la toma de decisiones que, a costa de Hidroituango, habría desencadeno crisis al interior de las familias, organizaciones sociales y en el Movimiento Ríos Vivos de la subregión.
Mesa de veeduría
Ad portas de que se cumpla el plazo de entrada en operación de las primeras dos unidades del proyecto Hidroituango, que recordemos es antes del 30 de noviembre, la Gobernación de Antioquia instalará desde este lunes 21 de noviembre una mesa de veeduría con el fin de verificar el cumplimiento de las decisiones tomadas para la mitigación del riesgo de las comunidades aguas abajo de la hidroeléctrica.
El gobernador (e) de Antioquia, Juan Pablo López, anunció que realizarán una mesa de seguimiento de compromisos a las solicitudes que los municipios en riesgo han venido haciendo al proyecto durante toda su historia.
“Allí con el acompañamiento de todas las instituciones seremos unos veedores y garantes de que se puedan cumplir todos los compromisos que se deban cumplir y, de esta forma, aportar fuertemente a la recuperación de la confianza por parte de las comunidades”, dijo López.
Así las cosas, el encendido de las dos primeras turbinas de generación de energía está frenado por las evacuaciones que se deben realizar aguas abajo del proyecto, mientras que el desarrollador dice que no tiene razones técnicas para postergar la entrada de operación comercial, pese a la incertidumbre que se sembró en las últimas semanas.