El alcalde Daniel Quintero Calle no da su brazo a torcer con la venta de las acciones que las Empresas Públicas de Medellín (EPM) tiene en la compañía de comunicaciones de UNE. Por quinta vez consecutiva, el proyecto volverá a ser materia de estudio de parte de los integrantes del Concejo, luego de haber sido negado en cuatro oportunidades.
El debate se desarrollará en un ambiente de tensión porque los gritos y denuncias han sido las protagonistas en esta recalentada iniciativa. Por un lado, están los corporados que acompañan al mandatario del distrito sin mostrar reparos a la enajenación, mientras que la oposición está firme en la negación por dudas en la administración de los recursos.
A las 4:00 p. m. de este jueves se planteará nuevamente el proyecto en La Alpujarra que, entre tanto, lo que sugiere es que el Concejo apruebe la activación de la cláusula de protección al patrimonio público, para que EPM pueda ofrecer en el mercado a UNE. Ese negocio podría dejar a la cartera de Medellín entre 2,3 y 2,8 billones de pesos.
Diez de los veinte integrantes del recinto son los que no le caminan a Quintero Calle. Aunque tiene diferentes argumentos para mostrarse en oposición, uno de los más comunes es el eventual riesgo que podría correr la ciudad a razón de que se agotaría una parte del conglomerado que acumula la ciudad.
Los votos negativos han llegado de parte de la representante del movimiento Estamos Listas, Dora Cecilia Saldarriaga; un vocero del Partido de la U, Luis Carlos Hernández; otro integrante del grupo político del alcalde; uno más que llegó por medio de firmas; cinco del Centro Democrático, y uno del Partido Verde, Daniel Duque.
Sin embargo, el reflector está puesto sobre los miembros del uribismo porque ellos condicionaron la aprobación de la venta a un pliego de peticiones que fueron recomendadas por el máximo líder de la colectividad y, según Quintero Calle, hicieron el esfuerzo para hacer las modificaciones con el fin de recibir el visto bueno.
Pero a última hora se cambiaron de bando porque anticiparon una supuesta trampa que habría instalado el mandatario, con el respaldo de EPM. Al parecer, le estarían entregando un bono por más de 2,3 billones de pesos para que Daniel Quintero lo administrara a su gusto en medio de un año electoral donde su movimiento tendrá protagonismo.
“Digo no a la venta de UNE, tras enterarme de un entrampamiento por parte del alcalde Daniel Quintero y la junta directiva de EPM por un billón de pesos. Nos dimos cuenta de que tienen preparado realizar un aporte extraordinario para Quintero, para que lo utilice en lo que él considera, para la próxima elección”, afirmó el concejal Sebastián López.
El malestar del alcalde ha sido divulgado en grandes proporciones a través de las redes sociales, con el respaldo de sus aliados, como el senador Álex Flórez y las personas que están haciendo la fila para que él les entregue el aval para aparecer en los tarjetones de las votaciones de 2023: Alcaldía, Gobernación, Concejo y Asamblea Departamental.
“El CD [Centro Democrático] no solo no deja que lleguen recursos a la ciudad y regala tres billones a Tigo, sino que hará caer transferencias para el 2024. Esto pone en riesgo programas como el tren del río y los cinco metros cables y programas sociales que dependen de las transferencias”, escribió en sus cuentas oficiales de internet.
Frente a estos argumentos, los concejales se enfilaron para desmentirlos. En primer lugar, las acciones de UNE no estarían costando tres billones de pesos, máximo 2,8; en segundo lugar, las utilidades que deja la compañía se reinyectan y no pasan a las manos de EPM; por consiguiente, las transferencias no se verían afectadas con la negación del proyecto.