Dos turistas canadienses denunciaron ser víctimas de una millonaria estafa en Medellín: un conductor multiplicó por diez el costo normal de un trayecto entre el Valle de Aburrá y el aeropuerto internacional José María Córdova.

Las mujeres aterrizaron en Antioquia con la ilusión de disfrutar del festival de música electrónica que se realizó durante el fin de semana. Una vez llegaron a la terminal aérea de Rionegro, pidiendo un transporte en Uber para llegar a la ciudad.

El conductor las descrestó: hablaba un inglés fluido y les dio una cálida bienvenida. En medio del recorrido de 24 kilómetros, él sugirió que les podía prestar un servicio personalizado para movilizarlas por todo el distrito y ellas aceptaron.

Ahora no tenían que pedir el vehículo por medio de la aplicación, sino que tenían su línea telefónica directa para cualquier servicio. Así lo hicieron en varios viajes. Así lo narró uno de los amigos de las víctimas en un video que circula en redes sociales.

“El conductor les pasó una tarjeta y les dijo que tenía una empresa de transporte. Efectivamente, las movió durante todo el tiempo y se ganó la confianza de ellas. Tobo bien esta ahí, incluso ellas le daban buena propina”, dijo el ciudadano colombiano.

El último negocio que pactaron fue por $285.000, cerca de cien dólares canadienses, a cambio de dos trayectos: uno a la Comuna 13 y el regreso al aeropuerto de Rionegro, cuyo movimiento no supera los 50 minutos.

Panorámica de Medellín. | Foto: Cortesía: Alcaldía de Medellín.

Cuando llegaron a la terminal aérea, él les entregó un datáfono para que hicieran la transacción: “Ellas no se fijaron en la cantidad de ceros. Para la gente de acá, es difícil entender el tema de cuántos ceros usamos en Colombia”, agregó el hombre.

Ellas confiaron en el hombre y no verificaron el saldo. La sorpresa se la llevaron cuando miraron la cuenta bancaria: el movimiento no fue por cien dólares -como lo habían acordado-, sino por mil dólares, cerca de tres millones de pesos.

Las víctimas le escribieron de inmediato al hombre para hacerle el reclamo y no les contestó. El colombiano también se contactó con el sujeto y, aunque al principio contestó un par de mensajes, no volvió a reportarse para devolver el dinero.

El último trayecto de las mujeres se convirtió en una desazón: “Las muchachas están muy decepcionadas del viaje porque todo iba bien, pero salió esta situación donde intentan aprovecharse de la confianza de ellas”, concluyó el ciudadano.

Ahora bien, las personas que se enfrenten a este tipo de situaciones pueden encender las alarmas ante la Policía Nacional. Si la cuantía es superior a los diez salarios mínimos legales vigentes, deberá presentar una querella ante la Fiscalía General de la Nación.

Pero “si el robo supera los 150 salarios mínimos legales vigentes usted deberá presentar una denuncia” en la misma institución, aclaró el Ministerio de Justicia.