Un hombre que conducía un vehículo particular fue amordazado y retenido por un grupo de sujetos en Medellín. Los delincuentes lo citaron en un punto de la ciudad a través de una plataforma digital y, al llegar a la zona referenciada, le apuntaron con armas de fuego.
El gremio de conductores pide medidas de seguridad para laborar en la subregión.
Todo empezó en la carrera 70 de la ciudad a altas horas de la noche. Una vez los ilegales tomaron el control del automotor, se dirigieron hacia la zona norte del Área Metropolitana del Valle de Aburrá junto a la víctima. En medio del recorrido se emitieron amenazas e intimidaciones contra el propietario del carro que estaba sometido con una pistola.
De acuerdo con el reporte de la Policía Nacional, las unidades que estaban patrullando por las inmediaciones de la autopista regional, a la altura del municipio de Bello, observaron una actitud sospechosa que les llamó la atención: tres personas se bajaron de un vehículo blanco mientras le apuntaban a un ciudadano con un arma de fuego.
“Alto, Policía Nacional”, gritó uno de los uniformados para frenar el secuestro. Esas palabras obligaron a los delincuentes a soltar a la víctima y a huir. Desde el barrio La vida es bella inició una persecución por este importante corredor vial. El operativo para judicializar a los ilegales se extendió hacia el resto de los cuadrantes de Bello, Copacabana y Girardota.
A la altura del kilómetro 18, en el sector conocido como Cocorollo del municipio de Girardota, las autoridades pudieron frenarle el paso al vehículo que pretendía ser hurtado. Pero los protagonistas del incidente decidieron abandonar el automotor en la carretera y correr. En ese momento, los patrulleros alcanzaron a dos personas involucradas en el secuestro.
“A los dos hombres, de 19 y 24 años de edad, les fueron leídos sus derechos como personas capturadas y fueron dejados a buen recaudo de la autoridad judicial competente por los delitos de hurto y secuestro”, se lee en el informe emitido por la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, donde detallaron sobre el robo de dinero en efectivo y un celular.
Con base en los datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial Contravencional y Operativo de esta institución, desde el primero de enero hasta el 31 de agosto de 2022, en el departamento de Antioquia se han reportado 15 denuncias por secuestro. En su mayoría, los casos son de naturaleza extorsiva: condicionada al dinero u objetos de valor.
Frente a este escenario crítico para las personas que viven del servicio de transporte público, los gremios encendieron las alarmas por las condiciones en las que operan en esta subregión y en el resto del departamento. Por ejemplo, esta semana fue asesinada una taxista en medio de un presunto hurto y un bus fue atracado en el occidente antioqueño.
Samir Echeverri, director ejecutivo de la Asociación de Transportadores de Pasajeros de Antioquia, les pidió a las autoridades que retomen los operativos de control y acompañamiento que estaban instalados en los ejes viales que presentan mayores índices de intranquilidad para los conductores: la carretera que conduce hacia el Urabá y a la Costa Atlántica.
El gobernador Aníbal Gaviria Correa ya respondió a esa súplica a través de sus redes sociales, luego de sostener un encuentro con los voceros de las agremiaciones de conductores de la región:
“La seguridad fue una de las prioridades en diálogo con el gremio transportador. Acordamos con la fuerza pública redoblar acciones de control en los principales ejes viales, teniendo especial énfasis en el Bajo Cauca, Suroeste y la vía a Urabá”, dijo el mandatario.