La Asociación de Transportadores de Carga proyecta pérdidas billonarias por la temporada de lluvias en Antioquia: el cierre de las vías por los deslizamientos de tierra ha frenado la operación hacia varias regiones del país.

Diariamente, al menos un eje vial del departamento tiene bloqueos parciales causados por las fuertes precipitaciones. Ese escenario se traduce en retrasos y mil millones de pesos menos de ganancias.

La situación más crítica se vive en las carreteras del suroeste de Antioquia que conectan a la región con el Eje Cafetero. Hace más de un mes el principal corredor está clausurado por una falla geológica que está desprendiendo la vía en la jurisdicción de Santa Bárbara.

Como alternativa para movilizar a los pasajeros y fletes hacia las ciudades del sur del país, las autoridades recomiendan transitar por los municipios de Amagá y Santa Fe de Antioquia. Sin embargo, esas zonas están gravemente impactadas por los movimientos en masa.

Ánderson Quiceno, director ejecutivo de la Asociación de Transportadores, alertó que “las afectaciones que se vienen viviendo en las vías del suroeste son bastante complejas. Situaciones que nos dejan en el día de hoy con todos los corredores viales cerrados”.

A su juicio, las emergencias que se están presentando sobre las carreteras de esa subregión de Antioquia no responden a la coyuntura por la temporada de lluvias, dado que desde hace tres años están denunciando el mal estado.

Solo por los incidentes que hay en el suroeste, los conductores ya han cuantificado saldos negativos superiores a los 2,2 billones de pesos justificados en los gastos que generan los largos trayectos en los últimos cuatro meses.

Esa crisis en el sector aumentará porque la reparación de la vía que une a Medellín con Manizales tardará, por lo menos, medio año a razón de que la solución definitiva es la construcción de un puente.

Así las cosas, en las expectativas económicas de los conductores de carga hay 1,7 billones de pesos menos, quienes están advertidos por los organismos de socorro de que las fuertes precipitaciones se mantendrán por un tiempo más, lo que saturará de agua la tierra y generará deslizamientos.

“Día con día tenemos pérdidas económicas referencias en sobrecostos y todo lo que tiene que ver con el aumento de insumos: gasolina y el pago de peajes. No encontramos un eco por parte del Gobierno, tanto el departamental como el central, en el sentido de ver cómo le damos solución a estas afugias económicas”, agregó el vocero de la Asociación.

Para los conductores resulta conveniente que el Estado analice las posibilidades de subsidiar la operación del transporte de carga y pasajeros dadas las condiciones críticas en las que se encuentran los corredores viales de Antioquia.

En particular, “entregando bonos para el pago de combustibles y mirar en qué corredores se suspendería el cobro de peajes para vehículos de servicios públicos o de carga y poder que los conductores y propietarios de equipo puedan resarcir las diferentes pérdidas que vienen viviendo”, concluyó Ánderson Quiceno.

Los daños que referencia también incluyen los que provocan los ilegales. Por ejemplo, la quema masiva de carros como retaliación con el Gobierno por las operaciones que buscan desarticular sus acciones delincuenciales.

Recientemente, con el paro armado de cuatro días que impulsó el Clan del Golfo, justificado en la extradición de alias Otoniel, más de 80 automotores fueron incinerados en las vías de Antioquia porque los conductores no se sometieron a la imposición del grupo armado de suspender todas las actividades económicas.

La alteración del orden público en las carreteras se vive con mayor riesgo en las vías nacionales que unen a la capital del departamento con el Urabá, Córdoba y la costa. Con el fin de asegurar la zona, el Ejército Nacional mantiene instalados controles permanentes en los corredores.