Las autoridades en el departamento de Antioquia están investigando el homicidio de un reconocido empresario y líder del sector del transporte de la subregión del norte. Al parecer, el crimen se habría cometido porque se negó a pagar una millonaria extorsión.
La víctima fue identificada como Arley Jaramillo Monsalve, de 50 años, quien se encontraba en la tarde de este martes, 24 de enero, en su residencia del municipio de Yarumal, cuando un sujeto desconocido se acercó a tocar la puerta con normalidad.
Él fue el encargado de abrirla para atender el llamado del hombre que, sin mediar palabra, accionó el arma de fuego que portaba en repetidas ocasiones hasta asegurarse que había perdido la vida. La lamentable noticia cayó como un baldado de agua fría en el pueblo.
Aunque las unidades de la Policía Nacional activaron los mecanismos operativos para dar con el ciudadano que protagonizó el incidente, no lo pudo hacer porque logró escapar rápidamente de la localidad. Hoy, las investigaciones fueron asumidas por la Fiscalía.
El alcalde de Yarumal, Miguel Ángel Peláez Henao, contó que en la población hay un malestar generalizado por la muerte del empresario a razón de que su trabajo era respaldado ampliamente y gozaba de reconocimiento público por su trayectoria.
Entretanto, tenía una voz importante dentro del sector del transporte de la subregión del norte antioqueño que, por estos días, está amenazado por las organizaciones delincuenciales que buscan sostenerse con las ganancias de los conductores.
Una de las hipótesis que manejan las autoridades judiciales sobre este homicidio es que un grupo ilegal que opera en el municipio ordenó el ataque, ya que Arley Jaramillo Monsalve se habría negado, supuestamente, a cumplir con sus exigencias económicas.
“Se presume que fue por una extorsión, pero todo está siendo materia de investigación. Las personas sí están conmocionadas porque él apoyaba mucho a la gente, nosotros también lo estamos lamentando, estamos preocupados”, afirmó el mandatario local.
Este asesinato removió las inquietudes de los civiles y el cumplimiento del cese al fuego que firmaron los grupos armados con el Gobierno nacional en medio de los diálogos de la ‘paz total’. La incertidumbre reina por estos días en el norte del departamento.
El temor está justificado en las siete muertes violentas que han ocurrido en el municipio de Yarumal en lo que va corrido del año, cifra desproporcional si se compara con la única muerte violenta que se registró en el mes de enero de 2022 con arma de fuego.
Detrás de esto estarían las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como también se hacen llamar los hombres que comandó alias Otoniel. Así se han presentado ante las víctimas y las investigaciones de las autoridades judiciales los vinculan en la misma manera.
Aunque la lista de organizaciones delincuenciales que hacen presencia en este pueblo es larga, según lo afirmó el mandatario local. Todos estarían en una disputa por el control del tráfico de estupefacientes y, para mantenerse de pie, exigen millonarias extorsiones.
“Nosotros nos sentimos desprotegidos porque seguimos siendo blanco de los delincuentes. Esto se tiene que visibilizar porque no hay claridad entre las conversaciones de paz y lo que está pasando en el territorio. Acá necesitamos control”, agregó el alcalde.
Esta no sería la única actuación ilegal del Clan del Golfo por estos días en Antioquia. En el municipio de Anorí se les vincula con la instalación de retenes, de acuerdo con una denuncia que llegó al despacho del presidente Gustavo Petro desde el partido Comunes.
También se les relaciona con el secuestro de dos excombatientes de la extinta guerrilla de las Farc en el municipio de Ituango, uno de ellos se acogió al Acuerdo de Paz. De momento, las autoridades militares avanzan en operativos para recuperarlos.