Tras los últimos enfrentamientos en Caloto y Guachené, Norte del Cauca, se conoció que en la mañana de este domingo acordaron una audiencia con autoridades indígenas, como el Consejo Regional Indígena del Cauca y funcionarios de la Gobernación del Cauca, donde buscan acuerdos por el bien de las comunidades.
Por ejemplo, Gremios de la agroindustria de la caña han manifestado que las confrontaciones y ocupaciones de las tierras han afectado la productividad de cerca de mil hectáreas, donde generan aproximadamente 50.000 empleos directos.
Sin embargo, los indígenas, afros y campesinos han insitido en que no dejarán las haciendas hasta que haya una mesa de diálogo con el Gobierno nacional que involucre a todos los actores.
Cabe recordar que, el sábado pasado, cinco heridos de gravedad dejó fuertes enfrentamientos entre afros e indígenas por la disputa de tierras en el municipio de Corinto, norte del Cauca. Los nombres de estas personas son los siguientes: Darwin Dagua Conda, Emerson Ocoró Camayo, Kenner Pavi Latin, Víctor Alfonso Menza Yatacue y Ricardo Alberto Tunubalá.
Los heridos fueron atendidos en la Clínica Valle del Lili y la Clínica de Los Remedios de Cali. Inicialmente, habían sido atendidos por personal médico del Hospital Harold Eder del municipio de Corinto, Cauca.
Personal de salud de la ESE Norte 2 reportó dificultades de seguridad en la vía al Guabal por pandillas que no permiten el paso de las ambulancias o las intentan atracar.
Comunidades indígenas han vuelto a invadir terrenos sembrados con caña de azúcar en el norte del Cauca esta semana, desafiando el ultimátum del Gobierno nacional, que hace unos días dijo que no permitiría nuevas ocupaciones ilegales y que las autoridades tenían 48 horas para desalojar los predios.
Desde que inició esta problemática hace más de un mes, los indígenas han invadido más de diez predios, alegando tener un derecho ancestral sobre la tierra. Estas ocupaciones han generado conflictos con las comunidades afro que trabajan estas tierras, quienes se han resistido y enfrentado al asedio de los indígenas, asegurando que debe primar el derecho al trabajo.
En el sitio, la lucha por la toma de tierras ha dejado incalculables afectaciones e incluso fue retenida por la comunidad indígena la personera municipal, Ximena Bastidas, quien en una corta conversación con el equipo periodístico de SEMANA reveló que sus captores le habían arrebatado su moto para retenerla.
El sábado 24 de septiembre, SEMANA volvió a contactarse con la personera, quien logró en medio de la tensión del momento relatar lo ocurrido: “Sigo asustada. Nunca había visto a indígenas disparando de esa manera. Se me llevaron la moto, a pesar de mostrarles el chaleco de Defensoría. Nos tocó meternos en una parte baja de la casa. Hay heridos. Ellos se tomaron la vereda. En el momento, siguen disparando. Estamos llamando a las autoridades para recuperar la moto. Acaba de entrar el Esmad. La comunidad gritaba que ellos no tenían nada que ver con el predio. Se sentían las balas. Esto es terrible lo que se está viviendo”.
Pese a las diferencias entre las personas que están generando el conflicto por adueñarse de los territorios, las autoridades departamentales buscan una conclusión: lograr acuerdos y soluciones que permitan una mayor equidad en la tenencia de la tierra en el Cauca.
¿Qué está pasando?
De un lado están quienes dicen sentirse envalentonados por el discurso del entonces candidato Petro, quien manifestó en diferentes plazas su deseo de redistribuir la tierra para darles a los menos favorecidos. Ellos se han lanzado ferozmente sobre predios privados. Del otro lado, están aquellos que aseguran estar dispuestos a morir en la defensa de sus propiedades.
Las primeras confrontaciones iniciaron hace poco más de dos meses, cuando se conoció la victoria de Petro en segunda vuelta. En el Cauca, centenares de indígenas desplegaron toda una estrategia para hacerse con predios de tierra plana en los municipios de Corinto, Caloto, Guachené y Miranda, todos en el norte del departamento.
Las invasiones han estado marcadas por violentos enfrentamientos entre indígenas y campesinos que defienden, con títulos en mano, lo que, según dicen, les pertenece por ley. Asimismo, se está presentando un conflicto entre los invasores y los trabajadores de los cultivos de caña, los ganaderos y los líderes afro.
Los indígenas, lejos de asustarse, se apoderaron de varios terrenos, alegando que ellos son los legítimos dueños desde antes de la conquista. Dicen, además, que no basta con la tierra que tienen. Quieren aquellos predios en zona plana porque son más productivos y en muchos de ellos hay cultivos de caña.