Una decisión tomada en el Concejo de Medellín desató la furia del alcalde Daniel Quintero Calle y se desahogó en Twitter en contra de los corporados que no respaldaron la venta de las acciones que tiene EPM en UNE. Aunque varias bancadas le volvieron a dar el ‘no’ al negocio, atacó con especial énfasis a los integrantes del Centro Democrático.

El objetivo del mandatario local es que el distrito suelte a la segunda compañía de comunicaciones más importante del país para inyectar el resultado de la enajenación en proyectos propios de EPM. Pero esa posibilidad está condicionada a la activación de una cláusula de patrimonio público, que tiene como fecha de vencimiento agosto de 2024.

La iniciativa ha sido presentada en cuatro oportunidades en el Concejo, en el mismo número se ha caído el proyecto porque hay una gran desconfianza en el destino de los recursos que aparezcan en la transacción y, otro de los argumentos, es que se empieza a agotar el patrimonio público que posee la capital del departamento de Antioquia.

De los 20 integrantes de la corporación, diez están a favor y otros diez en contra. Los votos negativos llegaron por parte de la representante del movimiento Estamos Listas, un vocero del Partido de La U, otro integrante del grupo político del alcalde, uno más que llegó por medio de firmas, cinco del Centro Democrático y uno del Partido Verde.

Sin embargo, el reflector está puesto sobre los miembros del uribismo porque condicionaron la aprobación de la venta a un pliego de peticiones que fueron recomendadas por el máximo líder de la colectividad y, según Quintero Calle, hicieron el esfuerzo para hacer las modificaciones con el fin de recibir el visto bueno.

Pero a última hora se cambiaron de bando porque anticiparon una supuesta trampa que habría instalado el mandatario, con el respaldo de EPM. Al parecer, le estarían entregando un cheque por más de 2.3 billones de pesos para que Daniel Quintero lo administrara a su gusto en medio de un año electoral donde su movimiento tendrá protagonismo.

El malestar del alcalde ha sido divulgado en grandes proporciones a través de las redes sociales, con el respaldo de sus aliados, como el senador Álex Flórez y las personas que están haciendo la fila para que él les entregue el aval para aparecer en los tarjetones de las votaciones de 2023: Alcaldía, Gobernación, Concejo y Asamblea Departamental.

“El CD [Centro Democrático] no sólo no deja que lleguen recursos a la ciudad y regala 3 billones a Tigo, sino que hará caer transferencias para el 2024. Esto pone en riesgo programas como el tren del río y los 5 metro cables y programas sociales que dependen de las transferencias”, escribió en sus cuentas oficiales de internet.

Frente a estos argumentos, los concejales se enfilaron para desmentirlos. En primer lugar, las acciones de UNE no estarían costando tres billones de pesos, máximo 2.8; en segundo lugar, las utilidades que deja la compañía se reinyectan y no pasan a las manos de EPM; por consiguiente, las transferencias no se verían afectadas con la negación del proyecto.

Finalmente, el Centro Democrático respondió que es víctima de una “persecución con sevicia aguda” por parte de Daniel Quintero Calle, una estrategia que estaría enmarcado en una presunta participación en política con miras a las elecciones locales de 2023, donde el alcalde ya les declaró la guerra a razón de que tienen un músculo político más influenciado que él.

“El alcalde de Medellín lo único que ha hecho es debilitar la institucionalidad, romper con el gobierno corporativo y de otras instituciones. Yo he notado al alcalde muy desesperado por su intento politiquero de dejar un sucesor en la Alcaldía de Medellín, pero está muy equivocado”, dijo el congresista de esa colectividad, Juan Espinal.