El alcalde Daniel Quintero sigue reprochando los estragos que causaron algunos manifestantes en Medellín durante la protesta contra el Gobierno nacional, que se llevó a cabo este miércoles, al compararlo con el asalto al Capitolio en Estados Unidos.
En el recorrido que lideró la oposición en esta región, las autoridades reportaron agresiones a varios funcionarios públicos y a periodistas que estaban en el cubrimiento de la movilización. También ingresaron de manera violenta a la Plazoleta de La Alpujarra.
En ese sector están los edificios de las ramas del poder público en Antioquia y se tomó la decisión de blindarlo con vallas metálicas porque se podría correr el riesgo de que los ciudadanos protagonizaran estragos. Pero las barreras no fueron un impedimento.
Un fragmento de los asistentes se llevó por delante los elementos que les frenaba el paso, con el propósito de llegar hasta las instalaciones de la Alcaldía de Medellín y lanzar arengas contra la gestión que ha hecho Quintero, antagonista de la masiva movilización.
En videos y fotografías registradas en las redes sociales se percibió el momento exacto en el que el grupo se pasa por delante el filtro de seguridad que hay en La Alpujarra, enfrenta a funcionarios y se planta en la entrada principal de la administración distrital para gritar.
Frente a este turbulento escenario que se registró en el centro de la ciudad, el mandatario pidió la intervención del Esmad, rebautizado por el presidente Gustavo Petro como la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden a cargo de la Policía Nacional.
Así lo anunció por medio de su cuenta de Twitter junto a una grabación del momento en que se observa la confrontación entre las partes: “Ante la violencia ejercida por uribistas ciudadanos contra funcionarios, he pedido al Esmad desalojarlos”.
A raíz de esta comunicación, que fue interpretada como una amenaza por los organizadores de la protesta, las personas salieron por su propia voluntad del centro administrativo sin la necesidad de que los uniformados ejercieran la fuerza.
Este incidente fue aprovechado por Quintero para encontrarle similitud con el asalto al Capitolio de Estados Unidos, que tuvo lugar el 6 de enero de 2021. También lo puso frente a la violenta intervención que hubo el 8 de enero de este año en Brasilia, Brasil.
“El Capitolio en EE. UU. La Presidencia en Brasil. La Alpujarra en Medellín. Ayer el uribismo golpeó a mujeres, periodistas y ciudadanos en un intento de toma de la Alcaldía. Fue necesaria la acción del Esmad para restaurar el orden”, señaló el mandatario.
Otro de los lunares de la jornada fue la destrucción de una una réplica de la ‘paloma de la paz’ que construyó el maestro Fernando Botero. El monumento quedó tendido sobre una acera a un pie de la avenida Oriental, mientras cientos de ciudadanos pasaban.
Al parecer, todo fue producto de una provocación que defensores de derechos humanos trataron de evitar. Detrás del incidente está un amigo cercano y familiar del mandatario distrital.
Antes de que llegara la masa de personas, el señor Juan Carlos Upegui instaló el monumento a un lado de la vía como un llamado a la reconciliación. Él aparece como precandidato a la Alcaldía de Medellín por el movimiento Independientes de Quintero.
Su nombre ha sido centro de polémica porque ostentó cargos públicos en la administración, siendo primo de la gestora social. Llegó a la actual Alcaldía como secretario de la No Violencia y se retiró para hacerle campaña política al Pacto Histórico.
En sus manos tenía flores de color blanco con la intención de entregarlas a todo aquel que pasara por la vía, pero no lo dejaron. Una vez los manifestantes reconocieron su rostro, se fueron contra él y todo lo que lo acompañaba, incluida la ‘paloma’ que fue destruida.