Siete personas fueron secuestradas, amordazadas y robadas este fin de semana en zona rural de Envigado, Antioquia. Las autoridades abrirán una investigación para esclarecer el tormentoso episodio que enciende las alarmas por la inseguridad en el Valle de Aburrá.
El hecho ocurrió en el parque ecológico El Salado, entre las veredas Arenales y La Miel. Así lo denunció una de las víctimas por medio de las redes sociales. Una de estas personas reseñó que estaba caminando con cuatro amigos cuando fueron sorprendidos por tres sujetos armados.
Los delincuentes, quienes se presentaron como miembros de la Oficina de Envigado, los intimidaron con pistolas y un puñal para que se dejaran requisar y cedieran sus objetos de valor. Junto a ellos iban otros dos extranjeros que también fueron amenazados.
Las siete personas fueron obligadas a entregar sus teléfonos y a revelar las contraseñas de sus cuentas bancarias. Con las claves en mano, empezaron a vaciarlas. Luego, les exigieron transitar por la montaña durante horas y les amarraron las manos con sus cordones.
“Nos hicieron caminar durante la noche por todo el bosque y cruzar en diferentes ocasiones el río a oscuras, por lo que algunos tuvimos pequeñas lesiones”, dijo una de las víctimas. La pesadilla duró ocho horas: arrancó a las 3:00 p. m. y culminó a las 11:00 p. m.
Un parte del grupo que fue amordazada interpondrá este miércoles 26 de julio una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación para que la entidad ponga la lupa sobre la situación y dé con el paradero de los responsables, supuestos miembros de una organización criminal.
Mientras que las autoridades locales ya fueron advertidas del suceso, luego de las fuertes críticas que circularon en las últimas horas por medio de las redes sociales, se mostró preocupación por el manejo que se le está dando a la alteración del orden público.
El alcalde de Envigado, Braulio Espinoza Márquez, respondió que, como otros alcaldes de Colombia, está haciendo lo que está en sus manos para frenar los hechos de inseguridad, a pesar del poco número de uniformados que custodian la zona urbana y rural.
“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para combatir la delincuencia. Qué bueno que el Gobierno nacional escuchara nuestro llamado y aumente el pie de fuerza”, reiteró el mandatario a través de su cuenta de Twitter, tras la denuncia del secuestro.
Él aseguró que, durante el año pasado, las autoridades privaron de la libertad a 800 personas que estaban vinculadas con hechos delincuenciales. Sin embargo, rápidamente, cerca del 80 % de los procesados volvió a salir a las calles.
Medellín sí recibió el visto bueno del Gobierno para aumentar el número de policías. En los próximos dos meses se espera la llegada de 400 uniformados. Por petición del alcalde Daniel Quintero, se dedicarán exclusivamente a combatir el delito de hurto.
“En una ciudad como Medellín, que era una de las más violentas del país, nos quitaron 1.300 policías. Recibimos una de las ciudades más violentas del país y hoy está compitiendo por convertirse en la ciudad más pacífica del país”, dijo Quintero.
Paralelamente, ya comenzaron a operar en diferentes puntos de la ciudad cerca de 80 cámaras de reconocimiento facial que fueron articuladas con el sistema de seguridad. Allí hay una base de datos con más de 19 mil órdenes de capturas para hacer efectivas.
Mientras tanto, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá estrenó otros veinte sistemas de biometría que facilitarán la identificación de personas en tiempo real, a través de las huellas dactilares, sin la necesidad de pedir documentos a los inspeccionados.