Las autoridades están en alerta por el hurto de once toneladas de explosivos en Antioquia. De acuerdo con la Policía Nacional, con este material se pueden armar hasta doce mil bombas. El crimen está rodeado de misterios y las unidades investigativas del más alto nivel buscan a los responsables con el fin de evitar una tragedia en la región.
El incidente se presentó el pasado 29 de octubre en la vereda Monos del municipio de Uramita. Después de la medianoche, un grupo de delincuentes habría llegado hasta las bodegas de la empresa china Harbour Engineering Company, que hace parte del concesionario vial Autopistas Urabá S. A. S. y construye el proyecto Mar2.
Con armas en mano enfrentaron a las personas que estaban custodiando la infraestructura de la compañía. Los ilegales tenían claro su objetivo: sacar de una habitación los 11.000 kilos de dinamita que compraron los extranjeros para abrir paso entre las montañas de este departamento. Ellos tendrían información previa.
“Siendo aproximadamente la 00:30 horas, de acuerdo con versiones del personal presente durante los hechos, al polvorín incursionó presuntamente de manera violenta un grupo de sujetos fuertemente armados los cuales hurtaron una gran cantidad de material explosivo”, detalló la empresa en un comunicado dirigido a la opinión pública.
Los ilegales no se presentaron ni dieron indicios de la organización a la que pertenecerían. Sin embargo, se sospecha que podrían integrar al Clan del Golfo a razón de que tiene amplia presencia en la subregión donde ocurrió el incidente. También podría ser un grupo delincuencial que tendría conocimiento en el manejo de este tipo de elementos.
Los grupos de inteligencia de la Policía Nacional, Fiscalía y Ejército creen que los explosivos podrían ser utilizados en dos frentes: para la explotación ilegal de yacimientos mineros en el departamento o para producir atentados contra las poblaciones. De momento, la amenaza pesaría sobre los integrantes de la fuerza pública de esa región.
Las investigaciones que se están adelantando en el terreno ya mostrarían una línea que podría conducir hacia el paradero de los responsables. “Al parecer, por las informaciones preliminares que hemos tenido, pudiera tener algunos infiltrados dentro de la organización que pudo facilitar el robo del material”, dijo el gobernador de Antioquia.
En las últimas horas, se llevó a cabo un consejo de seguridad departamental en el que se le puso la lupa a la emergencia. Se descartó, de momento, el ofrecimiento de una recompensa que incite a los testigos a entregar algún tipo de dato, por petición de las unidades judiciales que tienen a cargo el estudio del robo de explosivos.
Ahora bien, Autopistas Urabá S. A. S. indicó que se han desplegado las medidas necesarias para apoyar las investigaciones del caso. Los integrantes de esta sociedad confían en esclarecer los hechos pronto y, ante todo pronóstico, lograr la recuperación del material que tenían a cargo para su vigilancia y control.
“En la medida que hemos sido víctimas de una acción delictiva, continuaremos como proyecto prestando el apoyo necesario para resolver esta situación en los mejores términos”, se lee en un texto que fue firmado por el gerente general de esta concesión vial que se extiende desde el occidente hasta el Urabá, Juan Pablo Rosas Ramírez.
Ese argumento fue respaldado por el comandante de la Séptima División del Ejército Nacional, general Óscar León Murillo Díaz: “Policía y Ejército continuamos con las operaciones en el sitio, a ver qué hacemos para lograr el paradero de estos sujetos y recuperar ese material”, dijo el oficial que está liderando la investigación.