Este 8 de marzo las mujeres conmemoran sus derechos en todo el mundo. En el caso de la ciudad de Medellín, varios colectivos realizarán marchas para alzar su voz de rechazo contra las violencias basadas en género y las administraciones públicas harán eventos.
Uno de los puntos de concentración será el Parque de Banderas, en cercanías al estadio Atanasio Girardot. Allí estarán las integrantes de las organizaciones como Somos Hiedras, Putamente Poderosas, Bolívar en Falta y el Movimiento social de mujeres de Medellín.
A la una de la tarde saldrá la protesta desde ese sector del distrito y se desplazará por la avenida 70 hasta llegar a la calle San Juan, luego arribará al sector de la Alpujarra, seguirá por la calle Carabobo y cerrará su recorrido en la Plaza Botero, en la zona del centro.
Las organizadoras dejaron varios puntos sobre la mesa. En primer lugar, un fragmento de la movilización será de uso exclusivo para las mujeres y disidencias. En dado caso de que una de ellas quiera acudir con un hombre, publicaron una recomendación especial.
Se advirtió que deberán estar ubicados en la parte final de la marcha. Ante este escenario, las autoridades activaron un plan de seguridad para mantener el control del orden público. Durante la jornada, no se descartan alteraciones en la capital de Antioquia.
Mientras que la administración distrital programó varias actividades culturales en la Plazoleta de La Alpujarra entre las siete de la mañana y las dos de la tarde. Un panorama similar se vivirá en los parques principales de los municipios del departamento.
Habrá ejercicios para la prevención de violencias, tamizaje de riesgo cardiovascular, masculinidades, talles de tejidos y lenguas indígenas, customización de gorras, tote bags y pañoletas. También estarán los programas de Mercado Joven, Hecho en Medellín y Paz.
En esa misma zona habrá una manifestación para reprochar los casos de acoso laboral que se han reportado al interior de la Gobernación de Antioquia y que, según las denunciantes y sindicatos de trabajadores, las autoridades no han atendido de la mejor manera.
Al menos 37 denuncias advierten de estas conductas, en las que las víctimas frecuentes son universitarios que se estrellan de frente con los presuntos abusos, cuando apenas están construyendo su hoja de vida. Además, hay casos de adultos que llevan varios años en las entidades públicas, pero no tenían palabras para definir el supuesto calvario que soportan.
En algunas secretarías les declararían la guerra a las mujeres que tienen hijos, porque creen que las afectarán en los objetivos. A los afrodescendientes les pondrían piedras en el camino para que se caigan y, al parecer, a los enfermos los estarían sobrecargando de trabajo para hundirlos en el dolor.
Quien se atreve a denunciar a su superior, es objeto del escarnio público. Les llegarían a los escritorios burlas crueles de los compañeros que buscan ganarse el favoritismo del jefe acusado. Pero hay otros casos en los que recibirían aplausos por la valentía de desenmascarar el acoso.
El Sindicato Unitario Nacional de Trabajadores del Estado en Antioquia clasificó a las dependencias que serían las ‘campeonas’ del maltrato, con base en el número de procesos que han llegado al Comité de Convivencia Laboral de la Gobernación:
La Secretaría de Educación (quince casos), Gerencia de Catastro (tres casos), Secretaría de las Mujeres (dos casos) y la Secretaría General (un caso). Se sospecha que hay un subregistro, pues las personas no se atreven a alertar por el temor de perder el empleo.
Varios funcionarios contaron que han estado al borde del suicidio por la violenta presión de sus jefes y toman pastillas para despistar la angustia que les genera el trabajo. Los sentimientos se reflejan en intensas migrañas y pérdida de peso, entre otras tormentosas dolencias.