Una depresión empujó a las calles a un migrante venezolano que trabajó en un exclusivo restaurante de Medellín donde tuvo la oportunidad de cocinarle a uno de sus grandes ídolos: J Balvin. Su impactante historia de vida congestiona las redes sociales.
El relato de Rogert Urbina fue divulgado por CM&. Antes de caer en las garras del Bronx, tuvo el privilegio de servirle a uno de los cantantes de reggaetón más importantes del mundo. De aquel momento, logró captar una fotografía que luce con orgullo.
Contó que, una vez se enteró de la presencia del artista, hizo esfuerzos para pararse a su lado: “Yo bajé corriendo, me cambié el uniforme por uno más limpio y salí corriendo con mi teléfono”. Cuando lo tuvo al frente, el hombre buscó llamar la atención del músico.
Así lo dijo: “Le dije que yo era el que había preparado la comida el día anterior y de ese día en la mañana, y le pedí la popular foto”. Allí se le observó sonriente mientras J Balvin miraba a la cámara. Tiempo después, llegó la oscuridad y su vida cambió por completo.
Urbina contó en CM& que llegó a los pasillos del Bronx de Medellín donde abundan las plazas de vicio y la inseguridad. Muchas personas entran y quedan atrapadas por años, pero pocas son las que tienen la oportunidad de soltarse de las garras del lugar.
“Rogert quedó atrapado en el Bronx de Medellín, dejó de bañarse, durmió en la calle, se cubría con cartones, mendigaba y renunció a las ganas de vivir”, detalló el periodista Hernán Muñoz. Con todo esto, navegó por una de las avenidas más peligrosas.
“Al principio, consumía solamente la bareta y la cripa. Y al igual que mis emociones, el consumo fue decayendo. Yo llegué de consumir bareta y agua, a consumir cigarrillo y bazuco”, manifestó el hombre al medio nacional el pasado viernes 21 de abril.
Por ejemplo, le robaron la prótesis de su pie derecho y las muletas que lo mantenían de pie. En medio de la incertidumbre por un futuro que no alcanzaba a percibir, apareció un ángel que le ofreció enderezar el turbulento camino por el que estaba atravesando.
Se trata de Mayra Azula, una líder social de la capital de Antioquia que le ofreció su mano para sacarlo del Bronx. Con su apoyo, el cocinero volvió a hablar con los allegados que se quedaron en Venezuela y recibió con optimismo la bondad entregada por la mujer.
Ella se describió como un “ángel y un siervo de Dios aquí en la tierra”. Ese proyecto de vida lo aplauden ampliamente en las redes sociales. Mientras el cocinero estaba en el proceso de recuperación, retrocedió al pasado y volvió a ver lo que había perdido en la calle.
CM& reveló que el artista paisa que descrestó a Rogert en una exclusiva cocina de la ciudad de Medellín, le envió una carta y una nueva prótesis para que volviera a retomar lo que soltó, según él, por una crisis de depresión que le dio vueltas a su realidad.
Ahora bien, aunque el cantante ha estado alejado de las redes sociales. Este lunes fue en la Central Mayorista de Antioquia, ubicada en el municipio de Itagüí, donde desplegó todo un arsenal de autos de lujo, luces y mucha vibra reguetonera para grabar su próximo sencillo.
Allí, lució varios looks, entre los que está un conjunto amarillo con un estampado negro de esqueleto que le dan vibras de Freddie Mercury y Michael Jackson al mismo tiempo, todo enmarcado en un estilo muy urbano e industrial.
En las calles de esta central de abastos se adecuaron espacios libres de transeúntes para que carros y motos de alto cilindraje derraparan y condujeran muy cerca del paisa, mientras él hacía el lipsync de su sencillo, que aún no tiene fecha de lanzamiento. Y a juzgar por lo que se ve, estará disponible para que todo el mundo la escuche cuando su videoclip sea debidamente editado y renderizado.