Un interno de la cárcel Bellavista en Medellín está pidiendo la eutanasia, debido a que padece una enfermedad y siente que la falta de atención en salud de la cárcel le impiden tener calidad de vida. La petición es respaldada por sus familiares.

Se trata de Sebastián López, de 23 años, quien hace poco estaba recluido en la cárcel Bellavista de Medellín, pero debido a las graves heridas en todo su cuerpo, la tuberculosis que lo está consumiendo y otras enfermedades, tuvieron que internarlo de urgencias en el Hospital La María de la capital antioqueña.

Hernando López, papá de Sebastián, le contó a SEMANA que el sistema carcelario no ha permitido agilizar el proceso de casa de cárcel, no hay los insumos para la atención y por ello ha sido difícil la recuperación del joven, que prácticamente se lo está consumiendo la gravedad de las heridas que aún no le sanan.

“A él lo tenían en una celda solo, como quien dice métete ahí y muérete. No hay un ente público que quiera prestarle atención al caso de mi hijo. El sistema de salud de la cárcel no ha podido con el estado en el que se encuentra. No están los insumos suficientes para la atención requerida. Él tiene heridas enormes en la espalda y otras partes del cuerpo, él está en silla de ruedas, no se puede cambiar solo”, dijo el papá del joven.

Por medio de un video en redes sociales, Sebastián relató la difícil situación que está viviendo y las razones por las cuales está pidiendo que le realicen la eutanasia.

“Estoy sentado en una silla de ruedas, padezco en el momento de la colostomía. Aquí en la cárcel no me dejan entrar implementos de aseo. Ruego que me colaboren. No importan los delitos que cometimos, aquí en esta cárcel el hacinamiento nos está consumiendo”, dijo López.

Además, su papá contó que la familia prefiere verlo morir dignamente y no verlo vivir con sufrimiento dentro del centro carcelario, y más porque ni siquiera le han brindado atención médica.

“Está en una situación muy precaria. No ha habido una forma que la salida al hospital no haya sido posible. El desespero de nosotros es inhumano”, agregó López.

Al respecto, Jorge Carmona, defensor de derechos humanos de la población carcelaria en Antioquia, aseguró que están investigando el caso para brindarle ayuda al joven. Según explicaron, la solicitud de la familia no ha sido posible realizarla, debido a que esta enfermedad no es considerada terminal y dificulta que se pueda llevar a cabo dicha petición.

De acuerdo con Carmona, hay dos grandes problemas en las cárceles del país. Primero, la alimentación, que ha generado graves amotinamientos y protestas por las pésimas condiciones en las que les entregan a los internos. Segundo, la salud, donde los internos tienen órdenes de atención represadas o, en muchos casos, nunca la reciben.

La situación de Sebastián se suma a miles de personas privadas de la libertad que sufren el calvario de las enfermedades, unas más graves que otras, pero con algo en común: las deficiencias de atención para esta población viven en la mayoría de las cárceles del país bajo el hacinamiento y las precarias condiciones de estos espacios.

Durante las últimas visitas de la Personería de Medellín a las cárceles de la ciudad, específicamente en El Pedregal, la entidad pudo evidenciar la realidad de hacinamiento que hay dentro del lugar en lo que respecta a la estructura de hombres.

En uno de los patios, la capacidad real de albergue es de 360 personas. Sin embargo, encontraron una sobrepoblación del 140 %. Además, recibieron alertas sobre fallas estructurales y personal médico insuficiente.

Cabe recordar que el pasado 24 de agosto de 2022, un joven de 21 años falleció en un centro hospitalario del Valle de Aburrá luego de ser remitido de una estación de la Policía Nacional del municipio de Itagüí. Aunque los defensores de la población carcelaria en Antioquia cuestionan el trato que le dieron al recluso, la institución defendió el procedimiento.

Según las autoridades, Sebastián fue capturado en flagrancia después de intentar robar un celular y por ello fue condenado a 50 meses de prisión. Pero el calvario de su estado de salud comenzó hace un año, cuando fue capturado e intentó fugarse, ahí recibió tres disparos por parte de la Policía.