Durante los últimos días, varias personas en el departamento de Antioquia manifestaron haber presenciado la aparición de un fenómeno en el cielo. Quienes apreciaron las nubes indicaron ver algo similar a un arcoíris, pero no estaba formado como tradicionalmente se conoce.
La presencia de este efecto no es muy frecuente, pero sí es posible apreciarlo en varias zonas del mundo, por lo tanto, se trata de una situación que no es exclusiva para los habitantes de un lugar específico en el planeta Tierra.
Este fenómeno meteorológico que se ha visto frecuentemente en la capital antioqueña tiene a sus habitantes deslumbrados tras presenciar en el cielo líneas de colores acompañada de los cálidos días con temperaturas de 28 grados.
Según el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el valle de Aburrá (Siata) esto corresponde a nubes iridiscentes, las cuales son llamadas usualmente nubes de colores que se originan por la difracción de la luz solar al incidir en las partículas que componen la nube.
“Las nubes iridiscentes, son nubes de colores que se originan por la difracción de la luz solar al incidir en las partículas que componen la nube, esto quiere decir que las ondas de la luz se dispersan cuando pasan a través o cerca de un obstáculo, estas pequeñas partículas son como cristales de hielo o gotas de agua que están en la nube”, indicó la entidad.
Esto quiere decir que las ondas de la luz se dispersan cuando pasan a través o cerca de un obstáculo lo que genera que estas pequeñas partículas como cristales de hielo o gotas de agua que están en la nube, la cual se encarga de dar el efecto de arcoíris.
Este fenómeno meteorológico es poco frecuente, por lo general, se presenta en nubes altas y delgadas como los altocúmulos o las nubes lenticulares que se registraron durante estos primeros días de mayo.
¿Seguirá el intenso calor en Medellín?
El termómetro ha marcado hasta 30 grados en la ciudad de Medellín. La sensación de calor ha aumentado significativamente y los especialistas tienen dos argumentos para explicar el fenómeno que agota a los habitantes y aumenta los riesgos de incendios.
Yerson Ospina Aguirre, docente de Climatología de la Universidad CES, advirtió que la situación hay que analizarla de manera global e interpretarla desde la realidad que vive la ciudad, pues no solo es efecto de la escasez de agua, sino también del comportamiento humano.
En términos generales, una de las razones por la que el calor ha aumentado es por la falta de lluvias y nubes para frenar el impacto directo de los rayos del sol: “Sabemos que las nubes cumplen la función de reflejar gran parte de la luz que llega a los territorios”.
Cuando no están, ingresa la radiación e interactúa de inmediato con la superficie. En el caso de Medellín, hay pérdidas en la cobertura vegetal por cuenta de las construcciones, lo que incrementa la sensación de calor. Así lo detalló el investigador de la Universidad CES: “Sabemos que las plantas hacen un fenómeno que es la fotosíntesis -captar la radiación lumínica-. Todos sabemos que en las ciudades perdemos gran parte de esas coberturas vegetales y son reemplazadas por coberturas de asfalto que emiten calor”, relató.
Es decir, “no tenemos ecosistemas que nos ayuden a amortiguar esos cambios drásticos de temperatura. Hemos perdido funciones ecosistémicas que nos permitan mantener más tiempo el agua en el ecosistema urbano, por eso experimentamos altas temperaturas”.
Según el pronóstico del Sistema de Alertas Tempranas del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, para las próximas horas existe una probabilidad baja de lluvias para toda la subregión.
El Ideam estableció que la falta de las lluvias es por la llegada del fenómeno de El Niño, por lo que se espera que el calor incremente entre los meses de julio y agosto. Posteriormente, el país presentará bajas en sus temperaturas.