El megaproyecto de Hidroituango se encenderá este martes en una prueba sin agua para evaluar la estabilidad de la hidroeléctrica. El éxito del simulacro definirá el futuro de la obra que promete aportar el 17 % de la demanda de energía nacional en los próximos años.

Si bien por esta época deberían estar operando las dos primeras turbinas de generación de energía, apenas se van a probar dado que las obras civiles no están concluidas ni las condiciones de seguridad están dadas. Sin embargo, EPM está en la obligación de prenderlas antes de que finalice 2022.

El alcalde de Medellín y presidente de la junta directiva de la compañía paisa, Daniel Quintero Calle, anunció que las turbinas deberán superar dos pruebas trascendentales para definir la nueva fecha de la inauguración. El primer examen será en seco y el segundo con agua.

El seco dispondrá de todos los equipos especializados con el fin de determinar que todas las fichas de Hidroituango estén ajustadas para generar energía. Superada esta etapa, los aparatos se llenarán con el agua para garantizar la operación que, según los planes, se extenderá por 100 años una vez se oficialice el encendido.

“Finalizadas las pruebas en seco, Hidroituango estará más cerca de iniciar operaciones. Además de representar ganancias de un millón de dólares diario por turbina, ayudará a que las tarifas de energía del país, las más costosas entre los servicios públicos, se reduzcan”, afirmó el mandatario local.

En las proyecciones de las Empresas Públicas de Medellín, el 30 de noviembre figura como el día en el que se podrían encender las dos primeras turbinas. Es decir, en esa fecha empezaría a caminar Hidroituango luego de una crisis prolongada por cuenta de fallas geológicas y de presuntas inconsistencias en su contratación.

No obstante, los ingenieros que están dentro de la obra no aseguran que ese miércoles los colombianos vean la generación de energía en Ituango por los riesgos que persisten en el megaproyecto. Si bien han avanzado en la construcción e instalación de los equipos, todavía hay dudas.

Aunque EPM está en una carrera contrarreloj porque tiene una amenaza encima: si no cumple con el encendido este año, recibirá sanciones millonarias. Para el alcalde de Medellín esa no es una preocupación. Daniel Quintero advirtió que, en el caso hipotético de que no puedan cumplir con las obras, estaría dispuesto a asumir los riesgos.

“Tenemos el 30 de noviembre como una fecha muy importante, pues de lo contrario habría sanciones. Pero, ¿qué es mejor? ¿Pagar una sanción en el caso en que sea necesaria u, otra vez, por el acelere de los políticos, bajarles la calidad a los materiales? Nosotros hemos escogido el camino de la seguridad”, comentó el alcalde de Medellín.

El presidente electo, Gustavo Petro, coincide en lo mismo. A él le inquieta la fecha en la que entraría en operación Hidroituango por los riesgos que hay en el megaproyecto, así lo dio a entender a Daniel Quintero, en una conversación privada que tuvieron luego de que se oficializó el triunfo del Pacto Histórico.

La central de generación de energía de Hidroituango ocupa un renglón importante en la agenda de Petro, dado que espera la entrada en operación de las dos primeras turbinas, contrario a lo que afirmó en 2020 cuando sugirió desembalsarla porque creyó que la iniciativa no tenía futuro.

Con base en las palabras de Quintero, los planes de la hidroeléctrica no van a cambiar con la posesión del líder del Pacto Histórico el próximo 7 de agosto, como lo temen los gremios empresariales. Pero sí dio una sugerencia trascendental.

“Ayer tuvimos una pequeña conversación: siguen los planes, vamos a inaugurar Hidroituango. ¿Qué pidió? Eso sí, que no fuéramos a cometer ningún error por inaugurarlo rápido, ir a hacerlo chueco. Esa ha sido la filosofía de esta Alcaldía: hacerlo bien”, mencionó el mandatario.