El presidente Gustavo Petro recibió en la Casa de Nariño al alcalde de Medellín, Daniel Quintero, para discutir sobre la posible gratuidad del sistema masivo de movilidad, la crítica situación económica de Tigo – UNE y la circulación del fentanilo en Colombia.
Al encuentro también asistieron otros mandatarios locales que respaldaron la iniciativa de subsidiar los pasajes del transporte público. Ellos propusieron iniciar un plan piloto que beneficie a los estudiantes mientras se buscan las fuentes de financiación.
“Todavía estamos en una etapa temprana, pero estamos soñando un país donde los jóvenes, por ejemplo, puedan usar el metro, el Metroplús y el TransMilenio sin tener que pagar por ellos y, de esa forma, democratizar la movilidad en los territorios”, dijo Quintero.
En el capítulo de Tigo-UNE, el mandatario le pidió atención al presidente para proteger los intereses de Empresas Públicas de Medellín (EPM) en el negocio de comunicaciones. Allí le explicó que se estaría avanzando en un proceso de dilución que sería negativo.
Al parecer, la compañía de servicios públicos solo se quedaría con el 2 % de la propiedad accionaria conforme a la última votación de la asamblea. Quintero le advirtió que Millicom estaría “haciendo una toma hostil, agresiva, saltándose la ley y los acuerdos del Concejo”.
Finalmente, frente a temas de seguridad, se discutió sobre la llegada del fentanilo al país y cómo los traficantes estarían mezclando los estupefacientes con esta sustancia que es cincuenta veces más adictiva. En la capital de Antioquia se han identificado intoxicaciones.
“El presidente está pensando en estrategias, en especial en estas zonas de fiesta, para que con las autoridades locales se creen controles y se mida la calidad de las drogas que se están utilizando ahí”, concluyó el alcalde Daniel Quintero tras la visita a Palacio.
Descubren la primera banda que usa fentanilo en Medellín: quince personas fueron capturas
Cayó la primera organización delincuencial que se dedicaba al tráfico de drogas adulteradas con fentanilo en las calles de Medellín. El hallazgo se dio tras una investigación que se extendió por siete meses donde se probó la circulación de la temida sustancia que puede llevar al consumidor a la muerte, ya que es cincuenta veces más potente que la heroína.
Quince personas fueron capturadas por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Sus movimientos se concentraban en las inmediaciones de las instituciones educativas de los barrios Florencia y Pedregal.
En la ‘carta de productos’ los delincuentes tendrían la mezcla tóxica de 2CB (o tusi) con rastros del opioide.
Los agentes de la Sijín estuvieron tras las pistas y, al encontrar pruebas, se les dio el visto bueno para adelantar doce allanamientos. En medio de las inspecciones, se encontraron 35 ampolletas de fentanilo, 667 pastillas de anfetaminas, 9 frascos de ketamina, 17 unidades de dimetiltriptamina, 76 pastillas de oxicodona y 15 ampolletas de midazolam.
Ellos acusaron a alias Darwin y Dany de ser los coordinadores del grupo ilegal que, según las primeras cuentas, podrían recibir hasta 150 millones de pesos al mes producto de la venta de las drogas.
Su plaza de vicio era conocida como ‘El Pecado’ y, además de los colegios, tenían influencia en varios espacios deportivos de la ciudad.
Así lo informó el coronel José Fonseca, comandante operativo de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá: “Se logra la desarticulación de una estructura delincuencial donde utilizaban fentanilo para elaborar tusi. Quince personas fueron judicializadas por el grupo especial, conformado por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación”.
Además de la manipulación del fentanilo, fueron sorprendidos con marihuana y cocaína. Mientras avanzan las investigaciones judiciales, deberán estar privados de la libertad en un centro carcelario del departamento por concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes en calidad de agravado.