En las montañas que rodean a Hidroituango se escondía alias Primo Rogli, uno de los cabecillas de las disidencias de las Farc más peligrosos de Antioquia, custodiado por menores de edad reclutados. El delincuente fue dado de baja cuando se enfrentó a las tropas del Ejército Nacional en la noche de este lunes.
Yeverson Peña tenía a cargo a una parte de los hombres de los frentes 36 y 18 que se unieron en el norte del departamento para hacerle contrapeso al Clan del Golfo. Aunque empezó siendo un guerrillero raso, escaló rápidamente en la línea de mando.
En un informe divulgado por la Séptima División de la institución se lee que, entre los años 2020 y 2022, cumplió funciones en el frente 36. Fue en 2023 cuando su comandante, alias Firu, lo ascendió y lo nombró cabecilla del temido grupo de Santa Rita.
Bajo su liderazgo, se habría involucrado en siete acciones terroristas que fueron contabilizadas por los agentes de inteligencia: “confrontación, proselitismo, reclutamiento, quema de vehículo, homicidio y amenaza” en los municipios de Briceño e Ituango.
Su voz tenía eco en las veredas de La Palmichal, Guarimán, Palestina, La Rodríguez, Pascuita, Las Agüitas, San Luis y Filadelfia. A juicio del Ejército Nacional, desde allí sembraba terror y causaba estragos en la subregión del norte antioqueño.
En el episodio más reciente, alias Primo Rogli habría emitido un panfleto donde declaró objetivo militar, en nombre del frente 36 de las Farc, al alcalde de Ituango, Mauricio Mira, y amenazó a un líder social que se vio en la obligación de abandonar su vivienda.
Su historial criminal es más largo. Así lo reveló el comandante de la Séptima División, general Óscar Leonel Murillo: “Es señalado de ser el responsable de asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos en Ituango, como el ocurrido el 4 de julio”.
Además, sospecha que tuvo participación en el asesinato del soldado profesional Leimar Armando Vásquez Balvin, cometido el mes de mayo en la zona rural del municipio de Yarumal, entre otras acciones delincuenciales que habría hecho en vida.
Yeverson Peña perdió la vida en las últimas horas en un intento por dominar el territorio. Uno de sus subalternos fue detenido, conocido con el alias de Kevin. Mientras que otros tres tomaron la decisión de someterse a la justicia tras la presión de los militares.
En medio del operativo, los oficiales descubrieron a siete menores de edad que fueron enfilados en las disidencias. Sus edades oscilan entre los 14 y 17 años, quienes fueron puestos a disposición de las autoridades para el restablecimiento de derechos.
Mientras se tomaba el control de la situación cerca de Hidroituango, dos soldados profesionales fueron asesinados. Ellos pertenecían al batallón de infantería número diez: Luis Alberto Cárdenas Guzmán y Yeferson Andrés García Marulanda.
El Ejército Nacional lamentó el suceso: “A sus familiares y amigos, nuestro respetuoso saludo de solidaridad y apoyo en este difícil momento”. También advirtió que las operaciones militares continuarán en la zona para devolver la tranquilidad.
De igual manera, el gobernador de Antioquia se unió al mensaje y reprochó el comportamiento de la organización criminal: “(…) Para eso aprovechan la ‘paz total’: para reclutar menores y negarlo cínicamente”, redactó en su cuenta de Twitter.