Continúa la conmoción en todo el país, pero específicamente en el municipio de Segovia, nordeste antioqueño, donde desapareció el pequeño Maximiliano Cano, de seis años de edad, el pasado 21 de septiembre de 2022. Al parecer, su propia familia lo entregó a una secta satánica. Esa es la versión que tienen las autoridades que investigan a fondo estos lamentables hechos tras la captura de la mamá, la abuela, el padrastro y otras tres personas, como los presuntos responsables de este atroz crimen.

Maximiliano Cano salió a tempranas horas del miércoles 17 de septiembre, hacia un establecimiento comercial del municipio de Remedios para cumplir con un favor que le solicitó su mamá, Sandra Cano. Ella le pidió que fuera a comprar un producto que le faltaba en el hogar. Así las cosas, él recorrió varios metros por el barrio La Primavera de esa localidad.

Sin embargo, el niño no regresó al hogar. Pasaron quince minutos para que notaran su ausencia. Inicialmente, las personas que estaban en su casa les afirmaron a los medios de comunicación que lo buscaron a cuadras del vecindario y, al no verlo, se dirigieron hacia la estación de la Policía Nacional donde advirtieron sobre la desaparición. Días después, su mamá hizo múltiples publicaciones en su red social Facebook en las que manifestaba su angustia por la misteriosa desaparición.

“Mi rey que el señor te cuide donde quieras que estés y que esas personas de mal corazón que te arrancaron de mi lado se arrepientan y te traigan de vuelta, señor Jesús, cuídamelo padre santo”, fueron algunas de las palabras que dijo la mujer.

En otra publicación, la mujer recopiló varias imágenes del menor en diversas actividades cotidianas, como cuando estaba en la escuela, jugando, corriendo. Junto con el video escribió: “Me haces mucha falta”.

Este caso ha hecho estruendo en los municipios de Remedios y Segovia, porque es la primera vez que un menor de seis años se pierde del radar de su familia. Sin embargo, los capturados están en proceso de legalización, quienes posiblemente serán imputados por los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada y tortura. Por ahora, no han dado con el paradero del menor ni con su cuerpo.

El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, reveló en la tarde de este jueves que la investigación cambió de rumbo inesperadamente la semana pasada. Hasta su despecho llegó la extraña hipótesis de la Fiscalía y Policía: los propios familiares habrían protagonizado la desaparición de la víctima de seis años, impulsados por deseos satánicos.

“Había una sospecha en los vecinos de esta familia. Una cosa que horroriza y que nos debe llamar a la reflexión. Un caso que merece el rechazo más contundente. Nosotros hemos venido acompañando toda la acción de los investigadores. Esta investigación la teníamos, pero queríamos ser prudentes”, afirmó el mandatario departamental.

Secta satánica Los Carneros estaría involucrada en la desaparición

SEMANA conoció detalles del proceso de investigación que adelantan las autoridades para dar con el paradero de Maximiliano Tabares Caro, un niño de seis años que extrañamente desapareció en el municipio de Remedios, Antioquia. La Fiscalía señala a una secta satánica familiar de protagonizar el delito, denominados como ‘Los Carneros’.

El temido grupo practicaría ritos satánicos con el objetivo de encontrar señales que los llevara al punto exacto donde estarían supuestas huacas de oro en las montañas de la región. En los relatos recopilados por los investigadores, los habitantes dieron cuenta que sus integrantes cavaban en la tierra repetitivamente para hallar los elementos valiosos.

La secta estaría integrada por los allegados del menor de edad y los amigos que pudieron convencer en el camino. El padrastro de la víctima, Fabio Andrés Carmona Ramírez, sería el encargado de organizar la agrupación. De acuerdo con los datos que tomó la Policía Nacional en la zona, él se haría llamar dentro de Los Carneros como ‘el líder’.

También la madre estaría involucrada, Sandra Patricia Caro Pérez, quien aparece con el alias de La Cacica. La lista la completa la abuela de Tabares Caro, Dámaris Estela Pérez Escalante; Robinson Arboleda Ramírez, alias Orejas, identificado como discípulo; esa misma condición la compartirían Fabián Monsalve y Susana Ceballos Zapata.