Un hombre se tomó uno de los vagones del Metro de Medellín para vender platos de sancochos. En un video quedó registrada la maniobra que ha sido motivo de discusión en las redes sociales porque este tipo de comportamiento está prohibido.
Al parecer, la persona que se observa en la pantalla estaría cumpliendo un reto. En la imagen se le ve con una olla en la mano mientras promociona el producto entre los pasajeros que se movilizan por el sistema masivo de transporte del Valle de Aburrá.
“En este momento ya voy para mi casa y solo me quedan dos unidades, por si de pronto alguna persona está interesada le podemos vender las dos unidades”, dijo el protagonista del caso mientras maniobra en el tren con el recipiente en sus brazos.
Aunque la mayoría de las personas le restó importancia al ofrecimiento, este sujeto se le acercó a uno de los viajeros para tratar de convencerlo de costear el plato de sopa. El usuario mostró recelo, pero luego fue cediendo a las pretensiones del vendedor.
Con una muestra gratis del sancocho logró el objetivo. Mientras agarraba la olla, tomó una cuchara y luego la extendió hacia la boca del comprador. Al saborear el producto, decidió comprarle una de las unidades, que tenía un precio de diez mil pesos.
El pasajero no tenía dinero en efectivo para cancelarle la sopa. Pero el emprendedor cargaba con soluciones: en su cuello estaba colgando un carné donde se podía observar un código para hacer transferencia a través de distintas entidades bancarias.
El momento se esfumó cuando las unidades de la Policía Nacional que blindan el orden público en el sistema masivo de transporte se vieron en la obligación de intervenir a razón de que estas conductas no se pueden cometer al interior de los trenes ni plataformas.
En el reglamento que rige la seguridad en el Metro de Medellín se lee que estas actividades, protagonizadas por los usuarios que se movilizan en los vehículos de la compañía paisa, son objeto de penalización e intervención inmediata de las autoridades.
“Prohibiciones: utilizar la infraestructura y vehículos de transporte administrada u operada por la empresa para realizar volanteo, actividades comerciales, publicitarias, culturales y de propaganda o captar imágenes”, indican las normas de convivencia.
Tampoco hay cabida para escribir, rayar, pintar, pegar carteles o afectar la limpieza de pisos, paredes, vehículos o instalaciones. Mucho menos realizar actividades políticas o proselitistas en la infraestructura de transporte y medios administrados por la empresa.
Pero hay casos especiales. La compañía que ofrece el servicio de movilidad masiva en el Valle de Aburrá tiene la potestad de evaluar y autorizar una de estas conductas en dado caso de que se cumpla con los requisitos exigidos por el Metro de Medellín.
Ahora bien, no es la primera vez que ocurre un hecho similar al que se presentó en las últimas horas con el hombre que comercializó platos de sancocho en el sistema. Recientemente, un hombre disfrazado tuvo que ser evacuado de las plataformas.
Un sujeto personificado de Spider-Man se tomó como espectáculo la estación Parque Berrío. Música de fondo, acrobacias, buena actitud para llamar la atención de cientos de pasajeros, fueron características de este personaje que luego tuvo que ser retirado por las autoridades.
El personaje llegó hasta la plataforma del sistema de transporte con un bafle para ponerle ritmo a los bailes y piruetas para entretener y llamar la atención, mientras llegaba el tren con dirección al sur del Valle de Aburrá. Sin embargo, el show no le duró más de diez minutos por la pronta reacción de las autoridades del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.