El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de la capital de Antioquia atiende a esta hora los estragos que dejó el desprendimiento de una montaña en el barrio Manrique. En medio de la emergencia, dos personas quedaron sepultadas.
Por medio de una llamada telefónica la comunidad se advirtió a las autoridades del incidente. De inmediato se desplazaron las unidades del Cuerpo Oficial de Bomberos de Medellín y encontraron a las víctimas con la tierra hasta el nivel de la cintura.
Este escenario facilitó el oportuno rescate de los ciudadanos, que fueron sorprendidos por el movimiento en masa. De esa tarea se encargaron 13 miembros de los organismos de socorro, mientras los habitantes del barrio fijaban la mirada en las maniobras.
Ahora bien, se conoció que las personas recuperadas están siendo valoradas en el lugar por los funcionarios de la Alcaldía de Medellín. En el sector hay presencia de la Policía Nacional, Defensa Civil y unidades especializadas de la Secretaría de Salud Distrital.
Las autoridades avanzan en la estabilización de los enfermos para emitir un concepto sobre los escenarios que pudieron haber generado el deslizamiento en Manrique, una de las zonas más afectadas por las fuertes precipitaciones de los últimos tiempos.
Con base en el informe emitido por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia, Medellín está en alerta amarilla por la probabilidad de presentar movimientos en masa. No es motivo de alarma, pero deben estar atentos los organismos.
¿Hasta cuándo irán las lluvias?
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá emitió una alerta en las últimas horas por las fuertes precipitaciones que se esperan en los próximos días. De acuerdo con la información suministrada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), la temporada de lluvias continuará en los meses de enero y febrero.
Aunque tradicionalmente en las primeras semanas del año la descarga de aguas es menor, en esta oportunidad habrá un acumulado mayor, porque persiste el fenómeno de La Niña. En la capital de Antioquia y el resto de la subregión, por ejemplo, se podrían presentar inundaciones en los principales ejes viales y deslizamientos de tierra.
Así lo explicó el ingeniero Julián Sepúlveda Berrío, líder del Equipo de Meteorología del Proyecto del Sistema de Alerta Temprana del Aburrá: “Aunque nos encontramos en una temporada donde el régimen de precipitaciones es menor, seguimos modulados por el fenómeno de La Niña, lo cual implica que vamos a tener un mayor acumulado”.
Frente a este escenario, la autoridad ambiental de la ciudad hizo un llamado a las administraciones municipales y a los organismos de socorro para que se preparen ante las posibles emergencias que se podrían presentar entre enero y febrero, periodo en el que la situación estará más crítica de acuerdo con los radares del Instituto de Hidrología.
Estas condiciones también cobijan al resto de los municipios de Antioquia, principalmente en los primeros días de 2023. Según lo anunciado por el Ministerio de Ambiente, en algunas zonas del departamento predominará en las horas de la mañana el tiempo seco, pero en la tarde se prevé un aumento en la nubosidad acompañada de lluvias.
Las fuertes descargas de agua están lejos de irse. El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia anticipó que los días de sol podrían ser escasos durante este trimestre a razón de que esta situación podría empatar con la primera temporada de lluvias, afectando considerablemente a todo el territorio.
“Seguimos con influencia del fenómeno de La Niña y es posible que empate con la primera temporada de lluvias. Por eso es fundamental que nos mantengamos alertas a cualquier cambio y acatemos las recomendaciones”, indicó el director de esta entidad departamental, Jaime Enrique Gómez Zapata, por medio de un comunicado de prensa.