Las autoridades les dieron un nuevo golpe a las organizaciones criminales que gestionan el tráfico de estupefacientes en el departamento de Antioquia. En las últimas horas, un juez envió a la cárcel a 16 personas que son señaladas de distribuir drogas, supuestamente, en varios escenarios donde circulan masivamente menores de edad.
Las investigaciones adelantadas por las unidades especiales de la Fiscalía General de la Nación dan cuenta que los señalados serían integrantes de dos bandas delincuenciales que operarían con amplio despliegue en los municipios de Itagüí y Bello, ubicados en la subregión del Valle de Aburrá. Ellos tendrían a cargo varias plazas de vicio.
El material recopilado daría a entender que diez de los procesados se encargaban de comercializar estupefacientes en canchas deportivas, gimnasios y en parques infantiles del barrio Calatrava, localizado en el sur del Área Metropolitana. Hasta allá llegaron agentes que los habrían puesto en evidencia en medio de las audiencias judiciales.
“Durante 13 operativos de allanamiento y registro adelantados por servidores de la Sijín de la Policía Nacional, efectuados el 26 de septiembre, fueron incautados un kilo de marihuana y 140.000 pesos en efectivo, al parecer, producto de la comercialización ilegal”, afirmó Ricardo Romero Moreno, director la seccional de la Fiscalía de Medellín.
Entre los capturados aparece Santiago Duarte Maya, que sería nombrado dentro de las organizaciones con el alias de Hongo. Al parecer, él sería el presunto coordinador de los sitios donde se distribuían los estupefacientes. También un menor de edad cayó en la redada que adelantaron las autoridades en el Valle de Aburrá.
Al otro lado de la ciudad, en el municipio de Bello, fueron detenidos seis presuntos integrantes del temido grupo ilegales de Los Chatas. Un fiscal de la estructura de apoyo de la Fiscalía del Valle de Aburrá sostuvo ante un juzgado que los señalados tendrían el control del microtráfico en los barrios La Mina, Los Ciruelos, La Camila y La Cancha.
Los 16 investigados deberán responder por haber cometido, supuestamente, los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico de estupefacientes y la instrumentalización de menores de edad para la comisión de delitos. Sin embargo, en medio de los trámites penales, los señalados se declararon inocentes de todas las faltas sumadas.
Frente a este escenario, un juez de la República tomó la decisión de enviarlos a un centro carcelario del departamento luego de que el material probatorio expuesto por la Fiscalía General de la Nación sostuviera la necesidad de vincularlos al proceso. Mientras avanzan los estudios en contra de los procesados, seguirán tras las rejas.
En medio de un consejo de seguridad que se realizó en septiembre en Medellín, las autoridades locales les expresaron a los representantes del Gobierno nacional que uno de los principales dolores de cabeza que genera la delincuencia en el departamento están asociados al tráfico de estupefacientes, que desencadena otros delitos.
El homicidio es uno de ellos y el fenómeno sistemático se ha identificado en las subregiones de oriente, occidente, Bajo Cauca, nordeste y el Valle de Aburrá. En los pueblos de estos territorios estarían enfrentadas las organizaciones ilegales para acaparar las rentas que dejan la comercialización de drogas, principalmente en las zonas urbanas.
En ese sentido, los organismos judiciales y la Fuerza Pública se comprometieron a multiplicar los esfuerzos para desmantelar las bandas que están sembrando este escenario en los municipios de Antioquia. Prueba de ello es la desarticulación parcial del Clan del Oriente, quien acumula la distribución de drogas en el suroriente del departamento.
“Es una organización delictiva a la que se le atribuye el tráfico de estupefacientes y otras conductas ilegales en Nariño (Antioquia). Al parecer, alias Posada y otros supuestos integrantes de este grupo serían los encargados de ubicar inmuebles para almacenar y comercializar diversas sustancias ilícitas”, explicó la Fiscalía.