Maximiliano Tabares Caro no volvió a sentarse en el pupitre que tenía en el salón de clases del grado primero del colegio Santo Domingo Savio de Remedios. Sus familiares lo reportaron como desaparecido el pasado 21 de septiembre. Su madre lo perdió de vista cuando lo envió a la tienda, pero hoy la Fiscalía señala otra hipótesis que causa terror.
Al parecer, la vida del menor de seis años habría sido utilizada en un acto satánico practicado por sus allegados. Seis personas están vinculadas en el proceso judicial. En la lista de sospechosos están su progenitora, el padrastro y la abuela materna. Ellos utilizarían métodos oscuros para hallar tesoros enterrados en las montañas de la región.
El vacío del niño se sintió primero en la institución educativa. Durante varios días la profesora marcó la inasistencia sobre la planilla de la clase. Ante los cuestionamientos, la mamá respondió sorpresivamente que había desaparecido. Las alarmas se encendieron en todo el departamento. Durante un mes las autoridades lo buscaron por cielo y tierra.
La versión que recibió la Policía Nacional es que la víctima caminó por última vez en las calles del corregimiento de La Cruzada cuando llegó hasta un establecimiento comercial para comprar un producto que hacía falta en su casa. Pero los tenderos no le vieron el rostro el día referenciado por la mamá. Así quedó registrado en la investigación.
Maximiliano no estaba acostumbrado a vivir con ella. Desde que su padre murió, pasó los días en la casa de su abuela paterna. Pero la mujer reclamó la custodia en las primeras semanas de 2022. La discusión no pasó a la Comisaría de Familia porque al interior de la residencia reconocieron los derechos que tenía. En ese momento giró su vida.
De acuerdo con un allegado que pidió omitir su nombre por seguridad, en el cuerpo del menor empezaron a aparecer signos de violencia y los justificó con accidentes en la bicicleta: “Él llegaba al colegio con rasguños, pero decía que eran caídas”. El comportamiento también habría cambiado, así lo notaron en el colegio.
La información que les entregó la madre no les encajó por completo. Si bien Remedios es uno de los pueblos más violentos del país por la presencia y el enfrentamiento de las organizaciones delincuenciales, dudaban que un ilegal tomara por la fuerza a un niño de seis años. Incluso, guerrilleros de las disidencias de las Farc ayudaron en su búsqueda.
En el municipio tampoco le creyeron. Las autoridades tuvieron que evacuar a la mujer en medio de una violenta asonada: lanzaron piedras a su hogar y la intimidaron con la muerte. El malestar empezó con la visita de los funcionarios del CTI la Fiscalía. Uno de ellos salió con una bolsa en la mano, pero creyeron que se trataría del cadáver del niño.
Aunque más de 20 personas se reunían diariamente para buscarlo, la madre aparecía repentinamente en las labores, mientras que su padrastro se perdió del mapa. “Eso fue lo que nos llamó la atención, su actitud. Ella no lloraba, como que no se alarmaba. Eso se lo dijimos a la gente de la Fiscalía”, relató una de las personas que se enfiló en el rescate.
La familia de Maximiliano Tabares Caro tiene la costumbre de cavar en la tierra para encontrar oro, una práctica tradicional en el nordeste del departamento. Las autoridades pasaron por cada uno de los huecos tratando de hallar su cuerpo. En una ocasión vieron una cruz, se tardaron dos horas arrastrando la tierra para encontrar un milagro.
De momento, el ente de acusación no entrega detalles del caso porque están a la espera de que un juez legalice sus capturas. Todos los señalados están recluidos en la capital de Antioquia. En las próximas horas se espera conocer el material probatorio que justificaron las detenciones que tienen en conmoción al país por la crudeza que se avecinaría.