Los mineros informales del municipio de Buriticá se tomaron la troncal del occidente antioqueño para protestar contra la compañía Zijín Continental Gold. Además, las carreteras del Bajo Cauca y nordeste están afectadas por otras manifestaciones.
Si bien la protesta inició el pasado 8 de marzo afectando la movilidad local, este jueves se decidió cerrar el paso de manera parcial hacia la subregión del Urabá y la conexión de Cañasgordas, Giraldo, Frontino, Dabeiba y Uramita con la ciudad de Medellín.
El objetivo que se tiene es llamar la atención del Gobierno nacional para que les ponga la lupa a las supuestas violaciones de derechos que estaría cometiendo la empresa. La petición no es nueva, desde el primer semestre de 2022 se está solicitando lo mismo.
De acuerdo con la administración de Buriticá, el movimiento que promueve el paro denuncia que la compañía privada estaría llenando de lodo los túneles que no le son provechosos, mientras las personas están buscando y extrayendo material en los huecos.
Frente a estas acusaciones, Zijín Continental Gold aseguró que no ha violentado la norma y tiene las puertas abiertas para las investigaciones que se consideren. Lo que sí advirtió es que las condiciones para ejercer las actividades son críticas por el orden público.
Ahora bien, las autoridades realizarán un consejo de seguridad extraordinario para evaluar las condiciones del territorio y las medidas que se implementarán para tratar de restaurar la movilidad. Un problema que se identificó es que el paro no tiene un líder para entablar un diálogo.
Mucho menos han presentado ante la Alcaldía un pliego de peticiones. Se espera que la Gobernación de Antioquia tome las riendas de la dificultad que, tal como ha ocurrido en episodios anteriores, podría poner en riesgo de desabastecimiento a los pueblos.
La protesta se mantiene pacífica, con base en el informe de la Secretaría de Gobierno. Cada dos horas los vehículos tienen la oportunidad de transitar hacia el Urabá o Medellín. Los gremios más afectados son el de carga pesada y el transporte público de pasajeros.
Hay preocupación porque esta es la única carretera que está parcialmente habilitada para ir a la costa Atlántica, ya que el corredor del Bajo Cauca tiene cierre total por disposición de los pequeños, medianos y grandes mineros que marchan contra el Gobierno nacional.
La Asociación de Transportadores de Carga (ATC) afirmó que el departamento de Antioquia está encerrado, no solo por las manifestaciones, sino por el deslizamiento de tierra que frena el paso en la autopista que conduce de Medellín hacia la capital del país.
Paro en el Bajo Cauca
Las condiciones son críticas en el Bajo Cauca. Las diferencias se están tramitando en una mesa de concertación con el Gobierno. Sin embargo, el diálogo pasa por un momento delicado y la Iglesia católica tuvo que intervenir para calmar los ánimos. Se espera que este 10 de marzo haya ‘humo blanco’.
Sobre la conversación hay varios ultimátum. De parte de los mineros, no están dispuestos a apagar la protesta si los ministros no los escuchan y toman una decisión de fondo. Mientras que el Gobierno no retornará si persisten los bloqueos en los ejes viales.
En reemplazo de los miembros del gabinete están los viceministros de algunas entidades, pero hay un descontento generalizado a razón de que no tendrían la autoridad para comprometerse a cumplir cada una de las peticiones que los tienen en las vías.
El vocero de los manifestantes, Saúl Bedoya, reconoció que los representantes “han venido dilatando el proceso” durante las extensas jornadas de diálogo. El malestar es que no tienen “el completo poder de decisión a favor de las respuestas que necesitamos”.
Por otro lado, Alfonso Prada les lanzó otra advertencia: “Les comunico a los protestantes que bajo ninguna circunstancia seguiremos dialogando en la medida en que en el territorio no haya libertad de locomoción, atención humanitaria a la población”.