El cierre del Parque Lleras de la ciudad de Medellín implementado desde el 2 de mayo ha generado pronunciamientos en pro y en contra de la medida, que fue implementada por la administración distrital para disminuir la inseguridad en la zona.
Daniel Quintero, alcalde de la capital de Antioquia, anunció: “El Parque tiene seis puntos de cierre, de los cuales tres están ubicados sobre la 10; uno en el Parque, es decir sobre la 9A; otro por la 39, y uno más por la bajada de La Presidenta”.
La medida implica la ubicación de policías en los puntos de acceso. “Todo lo que pase el interior va a quedar controlado. Estamos coordinando el tema de los acopios”, indicó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle.
La presencia de los uniformados en los sitios de cierre tiene como fin controlar el ingreso al lugar para mejorar la seguridad y evitar la comercialización de estupefacientes e incluso la prostitución.
Sin embargo, en uno de estos puntos al parecer se presentó un caso de discriminación, el cual fue denunciado a través de redes sociales. Una de las jóvenes afectadas grabó un video en el que se escucha a quienes serían dos policías, quienes no salen en la grabación, indicándoles a ella y otras dos amigas que no pueden ingresar al sitio por la forma como están vestidas.
“Lo que pasa es que antes de que esto estuviera así cerrado y se estuviera haciendo el control que se está haciendo, esto vivía muy lleno de niñas meretrices”, se le escucha decir a un hombre. Ante esto, la joven que grabó el video le pregunta: ¿usted nos está diciendo meretrices? En ese momento, la respuesta del hombre es: “Yo no les estoy diciendo nada, simplemente les estoy explicando”.
La joven que publica el video asegura en redes que estaba vestida con un top y una falda y que al final ella y sus dos amigas pudieron ingresar al lugar; aseveró que entiende que se tomen medidas contra el trabajo sexual en el Parque, pero rechaza totalmente la manera como fueron tratadas.
Las autoridades de Medellín, frente a la situación de inseguridad en el sitio, han indicado que los habitantes dan cuenta de hurtos con armas de fuego, cuchillos y escopolamina. Además, han encendido las alarmas por el ejercicio de la prostitución que tiene a niñas y adolescentes como víctimas, oriundas de las comunidades indígenas.
Quienes lleguen a este sector de la capital antioqueña deben tener en cuenta que, entre las medidas de seguridad para blindar el sitio, se encuentra una relacionada con los menores de edad, los cuales solo podrán estar en ese sitio hasta las 7:00 p. m., pero acompañados de sus padres o acudientes.
Esto está justificado en el toque de queda que gestionó la Secretaría de Seguridad y Convivencia para blindarlos de la explotación sexual comercial.
El alcalde Daniel Quintero Calle advirtió —en su momento— que no habrá flexibilidades en la imposición de la norma: “No se permite la prostitución, la explotación infantil, el abuso infantil, el baile a extranjeros por parte de mujeres y de niños. Va a quedar como la Plaza Botero”.
A esto se suma que los mayores de edad deben salir del sitio después de las 4:00 a. m., conforme al horario que rige la prestación de servicios en los establecimientos comerciales del barrio El Poblado. En ese momento, se desocupará el Parque Lleras.
“Nosotros no queremos poner vallas, queremos poner unas materas, pero esas materas las tienen que pagar los comerciantes, si no, nos toca poner vallas”, anunció Quintero Calle.
Reiteró a los comerciantes el mensaje de no dejarle toda la responsabilidad del ingreso y de control al parque a la Policía, sino que pongan vigilantes privados como ocurre en Provenza. “Si este modelo funciona bien, lo podríamos implementar en otras zonas”, dijo el alcalde.