El alcalde Daniel Quintero Calle confirmó que el único remedio para reducir el riesgo que hay en el edificio Continental Towers de Medellín es demolerlo. La decisión se tomó con base en un estudio técnico que fue revelado en las últimas horas. El documento da cuenta de la crítica radiografía que tiene el inmueble desde que fue evacuado en 2013.

El análisis fue contratado por el distrito con la firma de ingeniería Castañeda Muñoz Ingeniería Civil S. A. S., con el objetivo de presentarle a los organismos de socorro una lectura detallada de la estabilidad estructural del exclusivo conjunto residencial que está ubicado en el barrio El Poblado de la capital de Antioquia, en inmediaciones de Space.

Fueron nueve las conclusiones presentadas al Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres. Cada párrafo describe las razones por las que se debería borrar del mapa al edificio que amenaza con caerse desde hace nueve años, pero que no había sido intervenido por las administraciones a la espera de la reacción del constructor.

Pero el mandatario Quintero Calle declaró la calamidad pública para entrar al inmueble, con miras a definir el futuro a razón de que el inminente desplome comprometería la integridad física de las personas que se movilizaban por el sector. En ese sentido, se ordenó la evacuación de la unidad residencial Interclub mientras tumban al Continental.

En primer lugar, el grupo de expertos afirmó que en la obra hubo una redistribución de la carga vertical y se aumentaron significativamente las demandas de fuerza en algunas partes de la estructura para mantenerla de pie. A ese escenario se llegó luego de que se removieran algunos muros de mampostería que hacían parte de la resistencia.

Estos elementos le daban soporte a los pisos y rampas. Varias denuncias públicas emitidas por los propietarios del conjunto relacionan a fleteros en la destrucción del inmueble. En varias imágenes registradas en las redes sociales han quedado en evidencia los ilegales mientras desvalijan partes de las viviendas, porque no había vigilancia para frenarlos.

En una parte del archivo se lee que las mediciones topográficas adelantadas en las últimas semanas revelan un movimiento de la estructura con dirección sur – occidental, hacia el sector donde fueron construidas las rampas de los parqueaderos. Este escenario obligó al distrito a confirmar la implosión antes de que finalice el mes de noviembre.

“Las cargas actuantes generan demandas que sobrepasan las resistencias nominales y están muy cerca de las resistencias confiables (teóricas) de varios elementos, y se está alcanzando una condición muy cercana a un estado de equilibrio inestable de la estructura”, registraron las unidades técnicas de la firma de ingenieros contratada.

En los recorridos adelantados por los especialistas también se dictaminó que en la parte inferior de algunos sectores hay fisuras en las columnas. Esto daría cuenta de una posible falla por comprensión en el edificio Continental Towers de El Poblado que, por los casos reportados en el mundo, son escenarios explosivos que no dan aviso para reaccionar.

Otro de los argumentos que ha causado estruendo tiene que ver con la amenaza que representa para las personas: “La estructura está sufriendo movimientos que generan demandas de fuerzas y desplazamientos adicionales en varios elementos de la edificación. Eventualmente, estas demandas podrían anticipar un colapso de la edificación”.

Si bien en la baraja de los organismos de socorro de Antioquia se encontraba la posibilidad de reforzar la obra para mitigar las afectaciones, el estudio contrarió esa posibilidad y dejó claro que la implosión es la única respuesta para atender al conjunto porque se configura como un peligro para las personas que se mueven en las inmediaciones del proyecto.

La Alcaldía de Medellín acató la información. En los próximos días se anunciará la fecha en la que se dinamitará el edificio. De momento, se conoce que las labores estarán a cargo de la misma compañía que tumbó las torres de Space en 2014: Atila Implosiones S. A. S.